En agosto de 1823, mientras exploraba el río Grand, Glass fue atacado por una osa, a la que consiguió matar con ayuda de dos de sus compañeros, John Fitzgerald y Jim Bridger. Sin embago, Glass quedó malherido y perdió el conocimiento. Viendo cercano su final, Fitzgerald y Bridger se ofrecieron voluntarios para velar a Glass hasta su muerte y enterrarlo. Un ataque de los indios arikaras les hizo huir, abandonando a Glass a su suerte y dando parte de que éste había muerto. Pero no fue así.
La historia de Glass, envuelta en misterio, continúa por la senda de la venganza, lo que sirvió al escritor Michael Punke como punto de partida de la novela que publicó en 2003 y que ahora González Iñárritu adapta a la gran pantalla. El mexicano coescribe el guión junto a Mark L. Smith.
El renacido es un proyecto largamente soñado. Antes de confirmarse al mexicano como su director había pasado por las manos del coreano Park Chan-wook (que iba a protagonizar Samuel L. Jackson) y el australiano John Hillcoat (cuyo protagonista iba a ser Christian Bale).
Tras haber superado algunos baches durante su producción, como el abandono de la empresa encargada de la financiación y el empeño de González Iñárritu de rodar con luz natural (un nuevo reto para su director de fotografía, Emmanuel Lubezki) y en orden cronológico, parece que la película llegará a buen puerto, aunque la producción no ha llegado aún a su fin (el equipo está ahora rodando en el extremo sur de Argentina).
Tendremos que esperar al año próximo para ver esta aproximación a la gran hazaña de Glass. De momento no contamos con fecha de estreno en nuestro país, aunque se espera que llegue en los primeros meses de 2016.