‘El renacido’ triunfa en los Bafta

El actor Stephen Fry fue el encargado de conducir una ceremonia que coronó a la cinta de Iñárritu como la gran ganadora de la noche. Basada en la historia real de la venganza de Hugh Glass, explorador que fue dado por muerto por sus compañeros tras ser atacado por una osa en el siglo XIX, El renacido (The Revenant), que ya arrasó en los Globos de Oro ^[1], postula seriamente como gran favorita de la próxima edición de los Premios Óscar ^[2], cuya gala de entrega se celebrará el próximo 28 de febrero.

Además de mejor película, dirección y actor (es el año de DiCaprio), la de Iñárritu volvió a casa con los Bafta a mejor sonido y fotografía (el reto de Emmanuel Lubezki de rodar sin luz artificial alguna ha dado sus frutos).

Brie Larson recogió su premio a mejor actriz por La habitación. Tras levantar su Globo de Oro a mejor actriz dramática por esta cinta de Lenny Abrahamson en la que da vida a una joven secuestrada que trata de proteger la inocencia de su hijo, Larson encara el camino al Óscar a mejor actriz como más que segura ganadora.

Sorpresas

En el apartado de intérpretes secundarios, la noche tuvo sabor británico. Kate Winslet y Mark Rylance recogieron sus Bafta a mejor actriz y actor de reparto por Steve Jobs y El puente de los espías, respectivamente, quizá las dos victorias menos esperadas de la noche que, según apunta la trayectoria de premios cinematográficos, no tendrían por qué repetirse el próximo 28 de febrero.

Los odiosos ocho ^[3] de Tarantino volvió a casa con dos premios a mejor guion original (el adaptado fue a parar a La gran apuesta) y mejor música, para Ennio Morricone. Por su parte, Mad Max: Furia en la carretera, la celebrada secuela dirigida por George Miller, recogió tres Bafta a mejor montaje, vestuario (el español Paco Delgado se quedó a las puertas por La chica danesa) y maquillaje y peluquería.

Del revés (Inside out) sigue cosechando premios a la mejor cinta de animación. Lo volvió a hacer anoche, cuando Brooklyn, basada en la novela homónima de Colm Tóibín, ganó el galardón a la mejor película británica, y Relatos salvajes, la comedia negra de Damián Szifron, se impuso como mejor película en habla no inglesa.