La historia de una adolescente con sobrepeso que descubre el primer amor en un hombre maduro pone el broche final a la trilogía Paraíso. En Esperanza, Ulrich Seidl retrata a la más joven de las tres mujeres de una misma familia que buscan la paz y el amor por caminos diferentes sin llegar a encontrarlo ninguna de ellas. Tres relatos independientes, pero complementarios al mismo tiempo.

Sin adornos

El relato carece de adornos. Seidl recurre a un estilo de narración crudo, plagado de sombras, y, en general, sin ningún atisbo de esperanza. Aunque quizás, y solo quizás, alguien pueda encontrar un mínimo de esperanza en esta tercera historia. La protagonista es joven, tiene toda la vida por delante y, por suerte para ella, su camino vital aún está por decidir.

El verdadero problema de Melanie, al menos visto desde fuera, es el sobrepeso. Una adolescencia con kilos demás puede ser un calvario, pero para Melanie, de 13 años, su problema no es tanto ese. Ni el de sus compañeras de campamento a las que sus padres han decidido enviar para concienciarles de perder peso. A ella lo que le preocupa, como a su madre (protagonista de Amor) y a su tía (protagonista de Fe) es que alguien la quiera.

Más allá de la ética

Se enamora del médico del campamento. Un hombre que ronda la cincuentena y que mantiene un peligroso juego de coqueteo y tensión sexual con ella que sobrepasa los límites de la ética. Ese primer amor es solo uno de los temas que se tratan en Esperanza, en la que Seidl aprovecha la excusa del encierro de un grupo de jóvenes para tratar temas propios de la adolescencia como el sexo, el alcohol, la relación con los padres, la amistad…

Estrenada en la Sección Oficial del Festival de Cine de Berlín de este año, Paráiso: Esperanza llega este viernes a España poniendo fin a la trilogía. Además de en salas, las tres películas pueden verse también en el portal Filmin.