Conocido en términos anglosajones como Day and date, el estreno simultáneo permite a los espectadores acceder a una producción audiovisual desde diversas plataformas. En los tiempos que corren, la sala de cine es cada vez la ventana menos abierta, cediendo terreno a las nuevas tecnologías. Ni siquiera el mercado doméstico puede imponerse a la supremacía de Internet. Esta situación está conduciendo paulatinamente a una reflexión sobre la distribución de cine, reflexión que pasa, entre otros cauces, por el estreno simultáneo.
Uno de los organismos que ha analizado las virtudes de este sistema es la Comisión Europea, que puso en marcha en octubre de 2012 un proyecto piloto financiado con dos millones de euros destinados a cubrir la distribución de veinte películas independientes procedentes de España, Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia, Italia, Países Bajos, Irlanda, Bélgica y Luxemburgo. Los ojos de la Comisión estaban puestos en Estados Unidos, que se está adaptando cada vez con más peso a los nuevos modelos de distribución.
El debate continúa
En Estados Unidos, sin embargo, continúa el debate. En el último Film Independent Forum [1], celebrado en octubre de 2013, Ted Sarandos, responsable de contenidos de la plataforma Netflix [2], lanzó una pregunta: ¿por qué no estrenar películas en Netflix a la vez que en los cines? John Fithian, presidente de la asociación estadounidense de salas de cine (NATO [3]), respondió a la pregunta con severidad, alegando que los servicios de suscripción y alquiler de películas acabaron con el negocio del DVD y que el plan de Sarandos parecía ser acabar con el cine.
La idea de Sarandos pareció ofender a Fithian, quien probablemente olvidó que Netflix, dedicada principalmente a la venta de series y películas en streaming mediante una cuota mensual, actualmente produce contenido propio (las series House of Cards, Orange is the new black o Hemlock Grove, entre otras), lo que la aleja de esa destrucción a la que se refería. Así las cosas, ¿tan descabellado era lo que proponía Sarandos?
Pioneros estadounidenses
Allá por 2001, la empresa energética Enron anunciaba su bancarrota. Cuatro años más tarde veía la luz el documental Enron: Los tipos que estafaron a América. La cinta de Alex Gibney fue estrenada simultáneamente en salas de cine y televisión de pago. Su recaudación global rozó los cinco millones de dólares y obtuvo una nominación como mejor documental en los Óscar del año 2006. Sin embargo, Gibney reconoció que fue un error recurrir a este sistema.
Un año antes, Noel, un filme de historias cruzadas dirigido por Chazz Palminteri y protagonizado por Susan Sarandon, Penélope Cruz, Alan Arkin y el desaparecido Paul Walker, pasaba sin pena ni gloria por los cines estadounidenses. Dos semanas más tarde de su estreno limitado, se puso a la venta en DVD al tiempo que el canal TNT [4] la emitía. Su margen comercial fue tan bajo que no ofrecieron sus cifras oficiales de recaudación (aunque se conocen los algo más de dos millones que obtuvo fuera de sus fronteras).
El estreno simultáneo se debatía. Sin embargo, Steven Soderbergh y Michael Winterbottom decidieron unirse al experimento. El primero atrajo la crítica de compañeros de gremio como Tim Burton o M. Night Shyamalan cuando optó por estrenar el mismo día su película Bubble en cines y en la cadena de pago HDNet Movies [5], poniéndola a la venta cuatro días más tarde en DVD. El segundo realizó una jugada más atrevida, estrenando su documental Camino a Guantánamo en la cadena británica Channel 4 [6] y un día más tarde en cine, DVD e Internet.
La estrategia de Winterbottom pareció dar ánimos a la cadena de pago Time Warner Cable [7], que tomó el relevo de Universal Pictures tras su intento frustrado de estrenos casi simultáneos (con semanas de diferencia entre su exhibición en cines y televisión). El obstáculo a Universal vino de mano de algunos exhibidores de cine que amenazaron con no dar cabida en sus salas a las películas que llevaran su sello. Mientras Universal se veía obligada a dar marcha atrás, Time Warner Cable daba un paso adelante y estrenaba Margin call y Bajo amenaza el mismo día que lo hacían las salas de cine. Y, por si fuera poco, llegó a ofrecer a sus abonados Melancolía, de Lars von Trier, once días antes de su estreno en cines.
Definitivamente, algo estaba cambiando en el sistema de distribución. Pero no todo iba a limitarse a Estados Unidos. España decidió correr el riesgo y abrirse a los cambios.
El huracán Carmina
En el año 2007, la película Gritos en el pasillo sorprendía al promocionarse como la primera película de la historia protagonizada por cacahuetes. Pero esta comedia negra con tintes de thriller no fue pionera únicamente por su homenaje a los frutos secos, sino porque se convirtió en la primera película española estrenada simultáneamente en cine, televisión, DVD y la plataforma Filmotech [8]. Para más datos, su aterrizaje multiplataforma sucedió un 25 de mayo, Día del Orgullo Friki, lo que no hacía sino revestir su iniciativa como un acto excéntrico.
Si hay algo que define a la excentricidad es su lejanía respecto al centro establecido. Este concepto no es aplicable a Paco León, que se encuentra en pleno centro, pero ¿y su madre? Carmina Barrios irrumpió en nuestras vidas en 2012, un torbellino de frescura frente a la cámara en la comedia con toques de falso documental Carmina o revienta. Tras su buena acogida en el Festival de Málaga, donde se alzó con el Premio Especial del Jurado, el Premio del Público y la Biznaga de Plata a Mejor Actriz para su protagonista, su director pensó que lo más honesto sería distribuir su obra al mismo tiempo en cines, televisión de pago, DVD e Internet.
Carmina o revienta fue estrenada en 20 salas de cine después de que el propio Paco León llamara una a una, las plataformas iTunes [9] y Filmin [10] incluyeron la película en su catálogo y el diario El País la vendió en quioscos como parte de una promoción. ¿El resultado? Más de 664.000 euros de recaudación total, cifra que superaba con holgura su presupuesto de 40.000 euros.
La cinta de León ha sido a la que mejor le han cuadrado las cuentas en lo que a estrenos simultáneos en nuestro país se refiere. Tras ella han venido títulos como El último de los injustos [11], Coriolanus, El callejón, Proyecto Nim, Michael H. [12], la trilogía Paraíso de Ulrich Seidl (compuesta por Amor [13], Fe [14] y Esperanza [15]) y Postales desde el zoo (primera película en estrenarse mediante el sistema Video on demand de forma simultánea en toda Europa), entre otros.
Sin embargo, pese a su éxito (o quizá a propósito de este), Carmina y amén, secuela de la ópera prima de León, opta por una distribución tradicional. Amparada por Telecinco Cinema, Mediaset España, Canal+ y Andy Joke, llega a los cines el 30 de abril de la mano de A Contracorriente Films, previa participación en el próximo Festival de Málaga.
Este giro de los acontecimientos plantea algunas dudas. ¿Es el estreno simultáneo un sistema consistente, un trampolín o ambas cosas? Resulta difícil saberlo cuando todo el sistema cinematográfico se enfrenta a un replanteamiento cada día. Sin embargo, las mentalidades al respecto parecen cada vez más abiertas, lo que deja entrever un hilo de esperanza, lejana o no, para una industria que tan desesperadamente la necesita.