La casualidad ha querido que la muerte le sobreviniese trabajando. El óbito ha tenido lugar en el transcurso de una reunión de autores y editores en el Palacio de Longoria, sede central de la entidad.
Ana Isabel Álvarez-Diosdado Gisbert ingresó en la SGAE en 1966, donde tenía registradas más de cincuenta obras dramáticas. La dramaturga ha sido la única mujer que ha ocupado el cargo de presidenta de la sociedad, puesto que desempeñó desde 2001 hasta 2007.
Ana Isabel Álvarez-Diosdado Gisbert nació en Buenos Aires en 1938 y tenía la doble nacionalidad argentina-española. Hija de actores y ahijada de la actriz Margarita Xirgu, debutó en el mundo de la interpretación con tan solo cinco años, pero su vocación literaria fue más fuerte. Tras publicar En cualquier lugar, no importa cuándo en 1965, un título con el que fue finalista al Premio Planeta, en 1970 se reveló como autora dramática con su primera obra Olvida los tambores, con la que ganó el Premio Mayte y el Foro Teatral.
En 1972 estrenó El Okapi y en 1973 logró el Premio Fastenrath de la Real Academia Española (RAE) con Usted también podrá disfrutar de ella, por la innovación en el lenguaje de los personajes. En 1974 estrenó su drama histórico Si hubiese buen señor con el título de Los Comuneros en el Teatro María Guerrero de Madrid. Dos años después abordó su primera experiencia en la dirección de escena con Y de Cachemira chales, en el Teatro Valle-Inclán de Madrid.
En 1986 escribió la novela Los ochenta son nuestros, de la que dos años más tarde estrenaría su versión teatral. El texto, un retrato de la sociedad española en la época de la Transición, obtuvo una gran repercusión. En España la dirigió Jesús Puente, mientras que en Argentina (Los noventa son nuestros) se ocuparía de ello Carlos Gandolfo. En 2010, el director Antonio del Real la volvió a llevar a escena en diferentes ciudades españolas.
Diosdado es autora también de Cristal de bohemia (1994), Decíamos ayer (1997) o El chico del violín (1999, estrenada con el título comercial de La última aventura). A lo largo de su trayectoria acometió la adaptación de obras de grandes autores extranjeros como Peter Ustinov, Henrik Ibsen, Tennessee Williams u Oscar Wilde. En 2005 volvió a subirse a un escenario para representar el monólogo Óscar o la felicidad de existir, adaptación de un texto de Eric-Emmanuel Schmitt.
En televisión ha sido guionista de tres exitosas series: Juan y Manuela (1974) y las ya mencionadas Anillos de oro (1983) y Segunda enseñanza (1986), en los tres casos como actriz principal.
Anillos de oro recibió varios premios en España y en Latinoamérica y Segunda enseñanza fue seleccionada en Estados Unidos como una de las 10 mejores series extranjeras del año.
En 2013 recibió el Premio de Honor de los Max en una ceremonia que tuvo lugar en las Naves del Español, en Matadero de Madrid. “Es una gran alegría. En los premios siempre pienso que hay otras personas que se lo merecen. En este caso me ha tocado a mí. Y es bonito que sean mis compañeros de profesión los que me hayan reconocido con esta distinción”, manifestó la autora desde la humildad que la caracterizaba, en el momento de recoger el galardón.