Fue su tío, el también actor Ángel de Andrés, quien le transmitió la afición por la interpretación, una carrera en la que se embarcó tras licenciarse en Derecho y unirse al grupo de teatro Tábano.
Su primer trabajo llegaría a la gran pantalla en 1977 bajo el título de Con uñas y dientes, donde daba vida a un matón. Siete años después su rostro cobró más relevancia gracias a Pedro Almodóvar, que lo convirtió en el insoportable marido de Carmen Maura en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?.
Con Almodóvar repetiría cuatro años más tarde, en 1988, coincidiendo también con Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios. En los años siguientes trabajó con cineastas de la talla de Jaime Chávarri en Las cosas del querer, Ricardo Franco en ¡Oh, cielos!, Carlos Saura en Taxi, Pilar Miró en El perro del hortelano y Tu nombre envenena mis sueños, Gerardo Vera en La Celestina, Joaquín Oristrell en ¿De qué se ríen las mujeres?, Álex de la Iglesia en 800 balas y José Corbacho y Juan Cruz en Tapas, que le valió una nominación como mejor actor en los Premios Barcelona de Cine.
Su trabajo en Baton Rouge, cinta de crímenes dirigida por Rafael Monleón en 1988, lo llevaría a estar nominado como mejor actor de reparto en los Premios Goya.
Rostro televisivo
Tras su paso por series televisivas como Platos rotos, Villarriba y Villabajo y Contigo pan y cebolla le llegaría un nuevo reconocimiento de cara al público gracias a su papel del albañil Manolo en Manos a la obra, que estuvo en antena de 1998 a 2001 durante seis temporadas y contó con una secuela en 2006 llamada Manolo & Benito Corporeision.
Sus últimos trabajos, en la pequeña pantalla, fueron las series Pelotas y, más recientemente, Carlos, Rey Emperador, estrenada el año pasado.