Coppola gana el Princesa de Asturias de las Artes

El acta del jurado de la presente edición de los Premios Princesa de Asturias de las Artes, que este año estrenan nombre, definen a Coppola como un «narrador excepcional» que «ocupa un lugar prominente en la Historia del cine». «Su carrera ha sido una continua lucha por mantener la total independencia emprendedora y creativa en todas las facetas que ha desarrollado como director, productor y guionista», afirma el jurado, haciendo referencia a quien ha realizado títulos tan arriesgados e independientes como Corazonada o Tetro.

Figura «imprescindible para entender la transformación y las contradicciones de la industria y el arte cinematográficos», según el jurado, Coppola lleva algún tiempo retirado de las cámaras, siendo la fallida Twixt, en 2011, su última película como director hasta la fecha. En la actualidad, realiza labores de productor, con En la carretera y The Bling Ring (de su hija Sofia) como últimos trabajos, y cuida su viñedo en California y un restaurante en San Francisco.

«Renovador temático y formal», continúa el jurado, «sus exploraciones en torno al poder y sobre los horrores y el absurdo de la guerra han trascendido su obra artística, convirtiéndose en iconos colectivos y universales del imaginario y de la cultura contemporáneos». No cabe duda que pensar en Coppola es pensar inmediatamente en la trilogía de El padrino, cuya primera parte es citada cada vez que se habla de las mejores películas de la historia, y Apocalypse now, esa lisérgica visión de la guerra de Vietnam. Dos obras cumbre nacidas como dos adaptaciones literarias, de Mario Puzo la primera y Joseph Conrad la segunda.

Inclasificable

Con un cociente intelectual por encima de la media (117 puntos), Coppola se decantó por el cine cuando ingresó en la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), con Elia Kazan como figura admirada. Su primer trabajo como director data de 1959, una rareza llamada Batalla más allá del sol en la que firmó como codirector bajo el seudónimo de Thomas Colchart. Tres años más tarde, tras codirigir la comedia The bellboy and the playgirls, debutó en solitario como director con Tonight for sure, una comedia sobre un par de ancianos que se dedican a espiar a las chicas de un burdel del viejo Oeste.

Resulta curioso un comienzo tan peculiar para quien diez años más tarde revolucionaría la historia del cine con la primera entrega de El padrino, cinta para la que no fue la primera opción, situándose detrás de Sergio Leone y Peter Bogdanovich. Sin embargo, si algo destaca de Coppola es la imposibilidad de someterlo a etiquetas. Así, su filmografía mezcla títulos más oscuros como La conversación y Cotton Club con cintas de corte familiar como Peggy Sue se casó y Jack.