Esta película forma parte de nuestro especial 10 buenas películas para comenzar el verano. ¿Quieres ver el resto de recomendaciones? [1]
Mientras su madre está en una clínica de desintoxicación alcohólica y su padre en un «viaje de negocios», Maik, de 14 años, comienza las vacaciones estivales aburriéndose en casa. Entonces aparece Andrei «Tschick», un adolescente rebelde, inmigrante ruso y marginado al que Maik había conocido de pasada en los últimos días del curso escolar.
Inquieto y transgresor, Tschick roba un coche, un Lada destartalado, para alejarse de Berlín, y Maik, que al principio duda, acaba por apuntarse y se va con él. En ese momento, juntos comienzan a vivir una aventura repleta de locuras que discurre a lo largo de un verano que nunca olvidarán.
Goodbye Berlín fue elegida por el Jurado Joven de los Premios del Cine Europeo como la mejor película europea del año, reconocimiento que otorgaron cientos de jóvenes de entre 12 y 14 años de más de 30 países del viejo continente.
“Leí la novela y me quedé enganchado”, de esta forma tan gráfica explica Fatih Akin cómo comenzó a perseguir los derechos para la adaptación cinematográfica de la historia, algo que lograría en 2011, cinco años antes de un rodaje que se desarrolló a lo largo de siete semanas entre septiembre y noviembre de 2016.
Wolfgang Herrndorf, el escritor alemán, publicó esta road movie protagonizada por adolescentes en 2010. De inmediato la novela se convirtió en un best seller y marcó a toda una generación. Hasta la fecha ha sido publicada en veinticinco países, entre ellos España, ha obtenido numerosos premios internacionales y acumula ya casi tres millones de incondicionales lectores. El autor, fallecido a los 48 años a causa de un tumor cerebral, no llegó a ver su obra en pantalla.
Adolescentes
Los jovencísimos actores Anand Batbileg y Tristan Göbel dan vida respectivamente a Tschick y Maik. «Tenían trece años cuando rodamos la película. Quería a dos jóvenes que dieran la impresión de que no debían estar detrás de un volante y de tener miedo a que les pillaran. No hay muchos profesionales entre los que escoger tratándose de niños o adolescentes», comenta el director.
Tristan Göbel ya había trabajado en cine. Al principio fue elegido para ser figurante en unas escenas en el instituto de Maik, pero cuando las cosas no fueron bien con la persona que iba a encarnar a este personaje, Akin le pidió que hiciera el papel de coprotagonista. Por su parte, Anand Batbileg debuta en pantalla y fue elegido el primer día del casting.
«Cuando empezamos a rodar, Anand era bastante más alto que Tristan, por eso rodé la película en 1:1,85, porque de lo contario una parte de la cara de uno de los dos siempre habría desaparecido». Recuerda el director, que también comenta que rodar con actores tan jóvenes añade dificultades: «Solo pueden trabajar delante de la cámara durante tres horas diarias y estar un máximo de cinco horas en el plató. Había alguien que nos controlaba constantemente. Era la primera vez que rodaba con dos o tres cámaras digitales a la vez, fue una experiencia liberadora. Con el negativo, los chicos habrían tenido que esperar diez minutos cada vez que se recargaba la cámara. Esta forma de trabajar les permitió trabajar sin repetir todo el diálogo si se equivocaban. Fue fantástico. No pienso volver a rodar en 35 mm».
El director
Fati Akin nació en Hamburgo en 1973 en el seno de una familia de inmigrantes turcos y estudió en la Universidad de Bellas Artes. Tras rodar dos cortometrajes, se dio a conocer en 1998 con su primer largo, Corto y con filo, al que siguió en el año 2000 Im July y en 2001 un documental en el que cuenta la historia de sus padres.
Solino, rodada en 2002, gira en torno a una familia de inmigrantes italianos en Alemania. Su reconocimiento internacional llegó con Contra la pared, ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín 2005.
En 2007 ganó el premio al mejor guion en el Festival de Cannes, donde hasta entonces nunca había participado, por Al otro lado. En 2014 concluyó su trilogía sobre el amor, la muerte y el diablo con la dramática epopeya El padre, invitada a concurso al Festival de Venecia.
Con Goodbye Berlín lleva a cabo la primera adaptación cinematográfica de una novela. Su próxima película, In the faid, opta a la Palma de Oro en el Festival que acaba de inaugurarse en Cannes.
Considerado una revelación desde sus primeras propuestas, Akin tiene una muy personal forma de hacer cine marcada por unas bandas sonoras siempre vibrantes y una estética limpia y colorista. Goodbye Berlín no es una excepción. El resultado es una película que, en buena medida, recoge la herencia de filmes como Cuenta conmigo, La ley de la calle o El club de los cinco, en las que el eje gira en torno a la complejidad del paso de la adolescencia a la madurez.
Dirección: Fatih Akin
Guion: Fatih Akin, Lars Hubrich, Hark Bohm (Basado en la novela de Wolfgang Herrndorf)
Intérpretes: Tristan Göbel, Anand Batbileg, Mercedes Müller, Anja Schneider, Uwe Bohm, Udo Samel
Fotografía: Rainer Klausmann
Música: Vince Pope
Montaje: Andrew Bird
Alemania / 2016 / 93 minutos