En cine, la gran vencedora fue la película Grupo 7, que se llevó tres galardones. Antonio de la Torre fue elegido mejor protagonista; Julián Villagrán, mejor secundario; y Alfonso Sánchez, mejor intérprete de reparto. Las categorías femeninas estuvieron mucho más repartidas, siendo las triunfadoras Maribel Verdú (Blancanieves), Candela Peña (Una pistola en cada mano) y Amparó Baró (Maktub).
En televisión, el reparto de Gran Hotel –serie que emite Antena 3– fue el vencedor de la velada con dos galardones. Adriana Ozores recogió el de mejor intérprete protagonista y Concha Velasco, el de mejor actriz secundaria. Mariví Bilbao fue galardonada a título póstumo en reparto por La que se avecina. En las categorías de protagonista, secundario y reparto masculinas los premios fueron a parar a las manos de Roberto Enríquez (Hispania), Pedro Casablanc (Isabel) y Joaquín Climent (Amar en tiempos revueltos).
Y por último, los premios sobre las tablas que fueron para Blanca Portillo y Carlos Hipólito, como protagonistas de La vida es sueño y Follies. En la categoría de reparto, Asunción Balaguer recibió el galardón por Follies y Alberto Iglesias por De ratones y gatos. En cuanto a mejores secundarios, los actores eligieron a Malena Alterio (Los hijos se han dormido) y Germán Cortés (Ivan-Off).
Una gala reivindicativa
La actriz Julieta Serrano aprovechó su subida al escenario para recoger el premio a Toda una Vida para defender la profesión en estos momentos tan complicados. «En este momento tan agrio y malvado que vivimos pienso que somos un equipo. Y que vamos a salir de esta noche tan negra, porque podemos, y vamos a seguir resistiendo y yendo hacia delante», dijo emocionada. El Premio Especial de la Unión fue para Antonio Malonda.
Como ya ocurriera con la gala de los Goya, la entrega de premios de la Unión de Actores y Actrices contó con un fuerte componente reivindicativo y de crítica con la situación actual. El IVA estuvo en el punto de mira de todos. En su discurso, el secretario general de la asociación, Iñaki Guevara, afirmó «somos precarios pero necesarios. Generamos riqueza, pero tener un 21% de IVA no es un impuesto, es una venganza».