El director general del ICAA recomendó a la sociedad española que "valore al cine por lo que es y no por la ideología de unos y otros", de la misma manera que “nadie le pregunta a Fernando Alonso a quién vota cuando va a verle a una carrera automovilística". “A ningún republicano en EE.UU. se le ocurriría dejar de ir a ver una película porque el director es un demócrata y a nadie se le ocurriría atacar al cine porque los creadores estén más cerca de una determinada opción política que de otra”, ironizó.
En otro orden de cosas, Guardans recordó que el “riesgo financiero para crear en cine no se da en ningún otro ámbito” y, por ello, justificó la intervención del Estado para evitar la estandarización a la que tiende la producción industrial. En la misma línea, aseveró que “las subvenciones al cine estarían prohibidas por el Derecho Europeo y por la Organización Mundial del Comercio si no estuvieran destinadas a proteger la diversidad cultural”.