En fin…que si piones, neutrinos, quarks, kaones o gluones son elementos de pálida importancia al lado de este bosón de nombre ya familiar. Que si culminan, o casi, 50 años de trabajo. Que si…

Ya he confesado mi absoluto desconocimiento a la hora de calibrar la sideral dimensión del descubrimiento del Gran Colisionador de Hadrones ubicado al pie de los Alpes, en el Laboratorio Internacional CERN. Pero tengo derecho a la extrañeza.

¿Exageración?

Nadie duda, y no seré yo quien lo haga, del interés decisivo de atisbar razones que nos ayuden a comprender la materia que conforma el Universo. Pero no les parece que este aluvión informativo tiene uno, o más, puntos de exageración. ¿No hay un tufo de desmadre en toda esta explosión en los medios cuando el día a día dramático que estamos viviendo acarrea temas cruciales que pasan mucho más desapercibidos?

Lo pienso, permítanme el atrevimiento, al tiempo que leo casi camuflada en la esquina izquierda del periódico que tengo delante de los ojos que se han empeñado en guillotinar el cine. El hachazo es seco, traicionero; bestial. Lo comunica, impertérrita, la cara de un ministro que, como de pasada, comenta que el sanedrín del Gobierno ha acordado subir el IVA aplicable al cine de un 8 a un 21%: ¡TRECE PUNTOS!!

Bastante acogotado ya y atravesando momentos más que duros, para el cine este incremento supone un auténtico hachazo. Hay que decirlo a voz en grito y a todas las columnas que haga falta, con el permiso, ¡claro!, y con todo el respeto hacia los ríos de información centrados en Higgs y su bosón.

Fe de erratas

De partida confesé ignorancia, no estupidez. Intranquilo, inseguro, volví sobre lo escrito.

Pilar, cuñada, física y profesora me hizo ver que lo de Higgs es, rotundamente, un hecho trascendental. Probablemente decisivo no sólo para el esclarecimiento y determinación de tiempos y esencias en relación con lo que somos y de dónde venimos, sino también para la posible aplicación práctica en campos fundamentales y diversos que atañen a nuestra calidad de vida y a nuestro próximo futuro.

De ahí estas líneas a modo de fe de erratas que, asumiendo la extraordinaria dimensión de todo lo relacionado con la llamada «partícula de Dios», remarcan que lo del IVA gravita dramáticamente sobre nuestra existencia; sobre nuestro presente. Ese que tiene en el cine una de las formas de expresión (comunicación-relación-diversión- enseñanza-denuncia-reflexión, etc., etc., etc.) claves a la hora de crear y de sentirnos aquí, hoy, confortados e integrantes de ese Universo que el descubrimiento del bosón de Higgs está ayudando a comprender.