Quince años después del anterior y decepcionante envite, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, el ya mítico personaje regresa a la pantalla retomando su mejor vuelo, ese que ha encandilado a varias generaciones de espectadores.
También pasa el tiempo por los héroes, pero hay modos y modos de envejecer, y el que marca esta quinta aventura sigue despertando sorpresa y pasiones.
Esta vez el arqueólogo, al que inicialmente se presenta como un tipo malhumorado al borde de su retiro profesional, deberá emprender otro desafío contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia.
Viejo y malhumorado, sí, pero cuando la aventura lo reclama no duda en ponerse en marcha y acompañado por su ahijada (Phoebe Waller-Brigde), Jones se verá abocado a enfrentarse a Jürgen Voller (magnífico Mads Mikkelsen en su papel de malo-malísimo), un villano ex nazi que trabaja para la NASA, pero que lleva la sed de la perversión incrustada en la entrañas.
La lucha está servida; en juego la tranquilidad del planeta.
Significativa es una de las escenas de la película en la que respondiendo a las preguntas de un oficial nazi, el interrogado responde aludiendo a Jones: “Mi amigo y yo solo intentamos salvar la Historia”. ¿Qué más se puede pedir?
Ritmo frenético, tan seña de identidad de la marca Indiana Jones, para un atractivo desfile de persecuciones por ciudades de varios continentes, códigos en principio indescifrables, tiroteos, trampas, guiños y giros del destino que desembocan, como se ha apuntado, en un ingeniosísimo final.
Todo al servicio de un espectáculo que, en su adiós, a nadie dejará indiferente.
Indiana Jones y el dial del destino
Dirección: James Mangold
Guion: David Koepp, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y James Mangold
Intérpretes: Harrison Ford, Mads Mikkelsen, Phoebe Waller-Bridge, Antonio Banderas, Boyd Holbrook, Shaunette Renée Wilson, Thomas Kretschmann, Toby Jones, Olivier Richters y John Rhys-Davies
Fotografía: Phedon Papamichael
Música: John Williams
Estados Unidos / 2023 / 142 minutos