Si en The Act of Killing aquellos monstruos que ejecutaban indiscriminadamente escenificaban ante la cámara su perversidad sin que se les alterase un músculo de sus rostros, en La mirada del silencio la perspectiva vira hacia las victimas.
Romper el miedo
Una familia de supervivientes indaga y descubre cómo fue asesinado su hijo y la identidad de los hombres que lo mataron. El hermano más joven se decide a romper el silencio y el miedo con el que viven los que lograron sobrevivir a aquella atrocidad.
Óptometrista de profesión y con la excusa de graduarles la vista, este hombre visita en sus domicilios a los responsables de las matanzas. Un ejercicio de una enorme valentía en un país en el que los asesinos permanecen en el poder.
La cámara escarba en esas personalidades que actuaban con una crueldad morbosa y con una ausencia total del menor atisbo de humanidad. Parecen disfrutar en la crueldad de sus actos y, ahí la terrible conclusión, años después de la masacre, minimizan sus terribles responsabilidades y, en el fondo y en la forma, no muestran arrepentimiento alguno.
Complementarias
Las ópticas distintas que aportan The Act of Killing y La mirada del silencio se complementan y hacen que el documental que ahora se estrene actúe como un a modo de contraplano del anterior, lo que nos permite comprender globalmente la aberrante situación de la que somos testigos.
Oppenheimer maneja sin truculencias cada escena, pero lo que se describe y a lo que el espectador asiste es tan demoledor que no queda otra salida que preguntarse, entre la vergüenza y el abatimiento: ¿hasta dónde puede el ser humano ejercer la maldad sobre otro de su especie?
[1]La mirada del silencioDirección: Joshua Oppenheimer
Fotografía: Lars Skree
Dinamarca. Finlandia. Noruega. Gran Bretaña. Indonesia
2014/103 minutos
Documental