En el sur de Boston, en la década de los setenta, el agente del FBI John Connolly convence al mafioso irlandés James ‘Whitey’ Bulger, un delincuente recién salido de la cárcel, para que colabore con el FBI y elimine a un enemigo común: la mafia italiana. Se formará así una nefasta alianza que provocó una espiral fuera de control, permitiendo a ‘Whitey’ escapar del ámbito de la ley, consolidar su poder y convertirse en uno de los más implacables y poderosos gángsteres de la historia de Boston.
Johnny Depp, de sobra familiarizado con las caracterizaciones especiales (no hay más que repasar sus trabajos con Tim Burton), luce un aspecto realmente inquietante en este thriller. Los primeros avances dejan ver una interpretación contundente y amenazadora, un registro dramático que hacía tiempo que no tocaba.
Junto a Depp, un reparto de vértigo que incluye a Joel Edgerton (que da vida a John Connolly), Benedict Cumberbatch, Kevin Bacon, Jesse Plemons, Peter Sarsgaard, Dakota Johnson y Corey Stoll, con la aparición, además, de Juno Temple, Guy Pearce y Sienna Miller.
Scott Cooper dirige la adaptación del libro Black mass: Whitey Bulger, the FBI, and a Devil’s deal, un best seller de Dick Lehr y Gerard O’Neill publicado en el año 2000 en el que ambos autores daban cuenta de la vida del peligroso gángster, figura a la que retratarían nuevamente en 2013 con Whitey: The life of America’s most notorious mob boss.
Black mass se presentará fuera de concurso en el próximo Festival de Venecia [1], además de pasar por el de Toronto, antes de llegar a los cines estadounidenses el 18 de septiembre y a los españoles el 23 de octubre.