El galardón que reconoce el interés por las aportaciones técnicas que han beneficiado a la industria cinematográfica, recae en 2014 en Queraltó, que ha manifestado su alegría tras conocer la noticia, «considero este reconocimiento como un peldaño más en la escalera que llevo años subiendo, puede enseñarse como una tarjeta de visita porque es muy importante».
Este leridano adquirió durante su juventud conocimientos autodidactas sobre electricidad y mecánica que le permitieron convertirse en un especialista y fundar la empresa Suministros Kelonik, junto con dos socios, en 1974. Todo empezó con una sensación: cuando iba a reparar piezas, le parecía mal tirarlas. Así, poco a poco, fue guardando y haciéndose con un material que hoy es único.
Oculta
Tras algunos años manteniendo oculta su colección, decidió darla a conocer a la gente en 2004, año en el que comenzó una muestra itinerante que pasó por 39 ciudades españolas. Con la intención de reivindicar la parte más técnica del celuloide, asegura que el cine se puede dividir en dos vertientes, «la artística, de la que forman parte los actores, productores, directores y guionistas; y la técnica, que abarca a los cámaras, técnicos de sonido, iluminación, efectos especiales, laboratorios, exhibidores, etc».
Josep M. Queraltó ya ha dado los primeros pasos para buscar un lugar permanente a su colección. Con este fin, a sus 77 años le queda el sueño de crear un museo interactivo, que sea un instrumento de preservación de la historia del precine y el cine, y al mismo tiempo una herramienta educativa útil.