Esta anécdota permite a La banda Picasso, la nueva película escrita y dirigida por Fernando Colomo -que  llegará a las pantallas el próximo 25 de enero de 2013- retratar a varios personajes del mundo del arte y la literatura en una época de gran efervescencia cultural: el París de principios del siglo XX.

Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire, Max Jacob, Marie Laurencin, Fernande Olivier, George Braque, Manolo Hugué, Getrude y Leo Stein, Matisse, Henri-Pierre Roché son los personajes que protagonizan esta historia. La película relata el nacimiento del cubismo y la rivalidad entre Picasso y Matisse, y cómo unas cabezas ibéricas son robadas del Louvre por un amigo de Apollinaire y acaban en manos de Picasso, inspirando el primer cuadro cubista Las señoritas de Avignon. También muestra los cuadros de Picasso y las obras de varios pintores de ese período (Matisse, Laurencin y Braque, entre otros) -con el consentimiento de los herederos-.

Es una película de época (1907-1911), en francés, con diez actores principales extranjeros (mayoritariamente franceses) y dos españoles.

Sinopsis

sinopsis_la_banda_de_picasso

 

Ceret, 1911. Pablo (Picasso) y Georges (Braque) están pintando codo con codo en una casa solariega en compañía de Manolo (Hugué) y Fernande (Olivier), la amante de Pablo. La noticia que en primera plana muestra el Paris-Journal les hace estallar de risa: «La Gioconda ha sido robada del Louvre».

Pero la siguiente noticia, un telegrama en clave firmado por su amigo Guillaume (Apollinaire) les hiela la sangre: «El Barón ha robado el corazón de la Madonna ¡Volved!».

Unos años antes Guillaume había presentado a Pablo a un atlético joven cuya vida disoluta le había inspirado su obra Las aventuras del Barón d’Ormessan. El Barón, al enterarse de la fascinación que unas estatuas prerrománicas ejercían sobre Pablo, decidió robarlas y luego vendérselas a un precio ridículo. Aquellas estatuas serían la inspiración del primer cuadro cubista, Las señoritas de Avignon.

Un enloquecido Guillaume le cuenta cómo el Barón, animado por el ejemplo de las estatuas, ha decidido robar algo más: La Gioconda, por ejemplo. Pablo es español, Guillaume, polaco, y el Barón belga. Y la prensa habla de una «banda internacional llegada a Francia para desvalijar nuestros museos».

¿Qué hacer? ¿Huir del país? ¿Encontrar al Barón? ¿Lanzar las estatuas incriminatorias al Sena?