María (en su debut Lea Van Acken es lo mejor de la película) tiene 14 años y tanto ella como su familia forman parte de la Iglesia Católica más reaccionaria, esa que bebe con fe ciega de los más intransigentes postulados.

Atrapada

María se encuentra atrapada entre dos mundos. En su día a día y en el colegio, tiene los naturales intereses de una adolescente, pero cuando está en su casa debe seguir los dictados de la Sociedad de San Pío X y su tradicionalísima interpretación del catolicismo. Todo lo que María piensa y hace debe ser examinado ante Dios. Así está siendo «educada».

María vive, siente, cree que su corazón le pertenece a Jesús. Su sueño es seguirle, dedicarle su vida entera, convertirse en santa e ir al cielo, como esos niños mártires de los que tanto le han hablado. Nada ni nadie logra que cambie, ni siquiera su compañero de colegio Christian, secretamente enamorado de ella.

Un hermano enfermo, un padre que ni corta ni pincha ni nada y una madre que más parece una mala caricatura de la obsesión religiosa que un posible personaje real, contribuyen a que María acabe por confundir sacrifico con autodestrucción; vida con inmolación.

Estructurada en las 14 estaciones del Vía Crucis, las que la historia sagrada concreta en el camino que recorrió Jesús con la cruz a cuestas hacia su destino final en el Gólgota, Camino de la cruz, filmada en largos planos secuencia, logra el ambiente de asfixia que buscan sus responsables pero no logra distanciarse, ni en calidad ni en intensidad, a la mucho menos reconocida Camino(2008), del español Javier Fesser.

Y eso que este Camino de la cruz llega avalado por el Oso de Plata al Mejor Guión y el Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Berlín, y la Espiga a la Mejor Película, el Fipresci y el Premio del Jurado Joven de la Seminci de Valladolid.

Camino de la cruz
Dirección: Dietrich Brüggemann
Guión: Dietrich Brüggemann y Anna Brüggemann
Intérpretes: Lea Van Acken, Franziska Weisz, Florian Stetter, Lucie Aron, Mortiz Knapp, Klaus Michael Camp y Ramin Yazdani
Fotografía: Alexander Sass
Montaje: Vincent Assmann
Alemania-Francia / 2014 / 107 minutos