China se ha convertido en uno de los mercados más interesantes para Hollywood y cada vez son más los estudios que ‘orientalizan’ sus películas con la intención de hacer una mayor caja en el país, pero, por ahora, el negocio no les está saliendo tan redondo como esperaban. Sobre todo si se tiene en cuenta la abultada deuda que China tiene con los majors tras negarse a pagar los beneficios de taquilla estipulados.
Según ha publicado The Hollywood Reporter, la deuda se gestó después de que los estudios americanos se negasen a pagar un nuevo impuesto establecido en 2012 por China Film Group, institución encargada del calendario de estrenos. A la industria, la tasa extra del 2% no le pareció correcta y se negó a pagarla por considerar que violaba un acuerdo de la Organización Mundial de Comercio. Desde entonces, China no ha enviado a los estudios el 25% de la taquilla que les corresponde y la deuda a estas alturas es astronómica.
Las cifras, por estudios
Warner Bros. sería una de las más afectadas, con unos 31 millones de dólares que debería haber ingresado del mercado chino. Según los datos de THR, se corresponderían con la taquilla de El Hombre de Acero, El Hobbit: Un viaje inesperado y Jack el cazagigantes. Asalto al poder, aún en cartelera, no entra en las cuentas.
A Paramount se le deben 30 millones de dólares por GI Joe y Jack Reacher. Lo mismo que a Disney por Iron Man 3, una de las películas que incluso llegó a incluir una escena específica en su versión China para contentar al público local.
Además del superhéroe, en la deuda entran Oz, un mundo de fantasía y pronto, si no se arregla el conflicto, Monstruos University, que se estrenará pronto allí. Por su parte, la deuda con Fox ascendería a unos 23 millones de dólares por La vida de Pi.
La más afectada parece ser Universal. La distribuidora habría dejado de ingresar 34 millones de dólares por la taquilla de Oblivion y Los miserables. A los que se unirá pronto la taquilla de la sexta entrega de Fast & Furius.
Para evitar un conflicto mayor, desde los estudios no se pronuncian al respecto y han dejado el asunto en manos de negociadores expertos.