Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. Allí vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía relatos con final feliz para escapar del horror de la guerra.
Poco a poco, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con esas palabras fue escribiendo su epopeya, una narración, al tiempo, hermosa y cruel…
Pasión
La historia estaba servida y, por fondo y forma, llamada a transformase en película. Así ha sido de la mano del británico Percival, creador de la premiada serie de la BBC Downton Abbey, que se ha servido para encarar este reto de tan sólidas herramientas como la joven actriz canadiense Shophie Nélisse, y los más que consolidados Geoffrey Rush (oscarizado por El discurso del Rey) y Emily Watson (que ya había trabajo con el actor inglés en Llámame Peter).
Como protagonista, Nélisse es la niña que, ante la inminencia de la guerra, envían a vivir con una familia de acogida, los Hubberman (Rush y Watson), que esconden en el sótano de su casa a un joven refugiado judío (Ben Schetzer). Entre todos y en ese ambiente, la pequeña conocerá la pasión por la lectura y, como derivada, descubrirá que la imaginación y las palabras pueden ser magníficos aliados frente al fanatismo.
Como en la novela, la voz de la muerte es el hilo conductor de la narración y dota a la adaptación cinematográfica de una especial intensidad. Sin ser la mejor de las películas que tienen como escenario la sordidez nazi, La ladrona de libros es una muy digna propuesta que emocionará a no pocos.
La ladrona de libros [1]
Director: Brian Percival
Intérpretes: Sophie Nélisse. Geofrey Rush. Emily Watson. Ben Schetzer.
Estados Unidos. 2013
131 minutos