Bosnia, julio de 1995. Aida es una maestra que trabaja de traductora para la ONU en la pequeña ciudad de Srebrenica. Cuando el Ejército serbobosnio, dirigido por el sádico general Ratko Mladić, ocupa el lugar, sus habitantes, en torno a 25.000 personas, buscan refugio en el campamento neutral protegido por un destacamento holandés de Cascos Azules de Naciones Unidas. Entre quienes buscan protección se encuentra el marido y los dos hijos de Aída.
Como participa en las negociaciones y conoce al personal, Aida tiene acceso a información importante que le lleva a plantearse qué le pasará a su familia y a su gente. Si serán rescatados o morirán. Y como esposa y madre cuestionarse con angustia qué debería hacer ella al respecto.
A través de una actuación de las que dejan huella, la actriz serbia Jasna Djuridic, ganadora del premio a la mejor actriz en 2010 en el Festival de Locarno por su papel en Beli, beli svet de Oleg Novkovic, protagoniza esta cinta.
Djuridic despliega una sutilidad y hondura interpretativa conmovedoras. Y valentía también al aceptar el papel, pues en 2013, también a las órdenes de Jasmila Zbanic, protagonizó For Those Who Can Tell No Tales, lo que le supuso problemas y fuertes críticas de sus paisanos, pues la película reflejaba con crudeza las violaciones cometidas en Bosnia durante la Guerra de los Balcanes.
Testigos directos
Lo que la pantalla cuenta se basa en las transcripciones de los juicios y en los testimonios y relatos de testigos directos de los hechos. Sin embargo, Aída es un personaje ficticio que permite ahormar la historia. Otro acierto de la película es no convertir a la protagonista en una heroína. Simplemente es una mujer que se deja piel por salvar a los suyos. Ese enfoque humaniza y da realismo al conjunto.
Nacida en Sarajevo, donde siendo una adolescente vivió el sitio de la ciudad durante la contienda, Jasmila Zbanic, ganadora del Oso de Oro en Berlín en el año 2006 con Grbavica, su primer largometraje, confiesa haberse sentido obligada por ella misma a la hora de realizar Quo vadis, Aída: “Me la debía. Tenía que hacerla. Esperaba que alguien contase esta cruel historia, pero como nadie lo hacía me puse a ello con la idea de hacer una película que trata de la valentía, el amor y la resistencia, y también de lo que ocurre si no reaccionamos a tiempo a las señales de alarma. Sobreviví a la Guerra de Bosnia. Un día lo tienes todo, y al otro la mayoría de las cosas que conoces ya no existen. El hecho de que consideremos ciertas cosas inimaginables no significa que no puedan ocurrir”.
El 11 de julio de 1995, tras ser engañados, pues se les aseguró que iban a ser conducidos en autocares a un lugar más seguro, 8.373 varones musulmanes bosnios (niños y ancianos incluidos) fueron asesinados por orden de Ratko Mladić.
La masacre se produjo en una zona oficialmente declarada como segura por la ONU al estar protegida por cuatrocientos Cascos Azules holandeses, dirigidos por el coronel Thomas Karremans. Esa supuesta protección se quedó en nada ante la presión de Mladić y la pasividad absoluta de las fuerzas y los responsables de la ONU allí desplegados.
El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (ICTY) calificó la masacre, el mayor asesinato masivo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, de genocidio. En su sentencia condenatoria se puntualiza: “Buscando eliminar a una parte de la población bosnia musulmana, las fuerzas serbobosnias cometieron genocidio… Despojaron a todos los varones prisioneros, tanto militares como civiles, jóvenes como mayores, de sus pertenencias e identificaciones y deliberada y metódicamente los eliminaron únicamente en razón de su identidad”.
Tras años de presión de la comunidad internacional, los dos máximos responsables del genocidio fueron capturados y juzgados: el presidente de la República Srpska, Radovan Karadzic, el 21 de julio de 2008, y Ratko Mladić el 26 de mayo de 2011 para, posteriormente, en el juicio celebrado en 2017, ser condenado a cadena perpetua. Srebrenica forma parte hoy de la República Srpska, que agrupa a la mayoría de los serbios de Bosnia.
Quo vadis, Aida?
Dirección y guion : Jasmila Zbanic
Intérpretes: Jasna Djuricic, Izudin Bairovic, Boris Ler, Dino Bairovic, Boris Isakovic, Johan Heldenbergh
Fotografía: Christine A. Maier
Música: Antoni Lazarkiewicz
Bosnia Herzegovina, Austria, Rumania, Países Bajos, Polonia, Alemania, Francia, Noruega, Turquía
2020 / 104 minutos