Un hotel de cinco estrellas es un parche al caos, una burbuja de esmero y cortesía que envuelve al huésped para elevarlo sobre las imperfecciones mundanas. ¿Superficialidad? Sí, pero una superficialidad requerida y generosamente abonada con la tarjeta de crédito. Irene, nuestra protagonista, cruza el mundo de un lado a otro hospedándose en los hoteles más lujosos del planeta. Por su rutina pasa el evaluar impecablemente el grado de esmero y cortesía que puede obtener por parte de los trabajadores de dichos establecimientos. No es nada personal. Solo trabajo.
Maria Sole Tognazzi se acerca a la enigmática figura de los inspectores de incógnito, esos seres solitarios en cuyas manos descansa la calificación de un local, temidos por las corporaciones al ser simplemente nombrados. La Irene protagonista es una de ellos, una mujer que disfruta con lo que hace (o al menos no se encuentra a disgusto) y es feliz con su vida independiente. Los años la han llevado a encontrar ese punto medio perfecto entre intimidad y soledad. Podría decirse, por tanto, que es una mujer con éxito. Sin embargo, algo parece fallar.
Viajo sola saca a relucir ese conflicto aún vigente de la mujer sin familia, esa que parece saltarse los «preceptos de feminidad»: encontrar un buen marido, tener hijos… La vida de Irene ha sido perfectamente elegida y organizada por ella misma. No ha tenido que conformarse con lo que le ha tocado. No se ha resignado mientras llora por una oportunidad perdida. A su alrededor, sus seres queridos emprenden proyectos de futuro, matrimonio y descendencia incluidos. El problema viene cuando la presión social comienza a hacer mella en sus convicciones. ¿Y si se está equivocando? ¿Y si ha renunciado a una vida mejor a consta de medrar en su carrera?
La elección del camino
Tognazzi juega inteligentemente sus cartas relacionando a Irene con tres personajes que le valen para exponer sus argumentos. Por un lado, Silvia, su hermana, una mujer casada que revela que ese paso fundamental del matrimonio no es una opción tan ideal. Sin embargo, la directora no cae en la burla y deja ver que pasar por el altar es una elección tan respetable como no hacerlo. El papel de Silvia resulta fundamental como elemento de presión, encarnando ese rol casi maternal de una sociedad a la que le cuesta asumir los cambios de sentido.
Por otro lado está Andrea, ex pareja de Irene, ese espejo en el que se refleja y cuyo cambio de planes vitales crea la auténtica confusión en el devenir de la protagonista. Cuando tu cómplice decide tomar un desvío es inevitable preguntarse si merece la pena continuar por la misma carretera. El tercer y último pilar, con menos metraje pero muy necesario, es Kate, uno de esos encuentros azarosos en los viajes de Irene, esa voz que le devuelve los pies a la tierra recordándole que el camino que decida tomar dependerá solo de ella. «Este viaje es el vuestro. Vosotros decidís cómo hacerlo».
Al frente del reparto está una enorme Margherita Buy, premiada en los David di Donatello del pasado año como mejor actriz. Buy se adapta perfectamente a los latidos de su personaje, a esas dudas trascendentales, y hace suyo el tono de la película, quizá comedia dramática, quizá drama cómico. Junto a ella destaca especialmente Fabrizia Sacchi en el papel de Silvia, hermana de Irene, con un personaje no exento de contradicciones (ahora tierna, ahora reprochadora, ahora envidiosa…).
Esta especie de versión menos juzgadora de Up in the air llega a nuestras pantallas como una de las propuestas más idóneas para el verano. Su lenguaje dinámico, sus atinados golpes cómicos, su atractiva estética, su música a lo Mark Mothersbaugh en los trabajos de Wes Anderson, su breve duración y el poso que deja sin perder el ritmo la convierten en una elección refrescante y muy disfrutable para estos días calurosos. Por no hablar de que es una oportunidad muy económica para recorrer el mundo hospedándose en hoteles que no nos importaría inspeccionar.
Dirección: Maria Sole Tognazzi
Guion: Ivan Cotroneo, Francesca Marciano y Maria Sole Tognazzi
Intérpretes: Margherita Buy, Stefano Accorsi, Fabrizia Sacchi, Gianmarco Tognazzi, Alessia Barela y Lesley Manville
Música: Gabriele Roberto
Fotografía: Arnaldo Catinari
Productoras: Bianca Film y Rai Cinema
Distribuidora: Caramel Films
Italia / 2013 / 85 minutos