En la primera mitad de aquel siglo, el rey Frederik V declara que los páramos salvajes y estériles de la península de Jutlandia debían ser colonizados y cultivados para que la civilización pudiera extenderse y generar nuevos impuestos para la Casa Real. Sin embargo, nadie se atreve a seguir el decreto del rey. Esa tierra significa muerte: un lugar lleno de lobos hambrientos y castigado por una naturaleza brutal e implacable.
Pero en los días finales del verano de 1755, un militar solitario y con muy escasa fortuna, el capitán Ludvig Kahlen, decide encarar el reto y viajar hacia esos inhóspitos páramos con el objetivo, en un principio utópico, de cultivar aquellas tierras baldías y crear una colonia en nombre del rey. Sabe que si lo lograse alcanzaría la riqueza y el honor, título nobiliario incluido, que ha ambicionado desde siempre.
Sin embargo, el único gobernante de la zona, el despiadado Frederik de Schinkel, un individuo todopoderoso, se siente dueño de todo aquel territorio y no está dispuesto a que nadie cuestione su liderazgo.
Así las cosas, cuando Schinkel comprueba que su criada de mayor confianza y su marido han escapado para refugiarse con Kahlen, el déspota terrateniente jura venganza y emprende todo lo que está a su alcance, que es mucho, para aplastar al capitán. En ese punto emerge la firme personalidad de Kahlen, que no se deja intimidar y emprende una batalla tan desigual que pondrá en riesgo no solo su vida, si no también la del grupo de personas marginadas que se han unido a él con la esperanza de alcanzar una vida mejor.
Sólida propuesta
Con esos mimbres, que bien pudieran ser los de un western al uso, Nikolaj Arcel construye un sólido largometraje alimentado por la actuación de un Mikkelsen que parece haber nacido para dar vida a rudos personajes abocados a despeñarse hacia un vacío sin retorno.
La tierra prometida ha sido una de las grandes triunfadoras de los Premios de la Academia del Cine Europeo, alzándose con tres galardones, el de mejor actor protagonista para Mads Mikkelsen, que también ha logrado ese reconocimiento en el reciente Festival de Palm Springs, el de mejor fotografía para Rasmus Videbaek y al mejor vestuario.
Nikolaj Arcel se ganó el favor de la crítica con Un asunto real (2012), película que además de ser nominada en su momento a los Óscar y a los Globos de Oro, logró dos premios en el Festival de Berlín. Aquella propuesta enmarcada en los tejemanejes palaciegos del siglo XVIII en Dinamarca también estaba protagonizada por Mikkelsen que, en opinión del realizador, “más que un actor es, por su profesionalidad e implicación, alguien que se convierte también en creador de las películas en las que interviene. Él da absoluta credibilidad a un personaje que demuestra la realidad del choque entre el deseo de control y el caos, algo que está en la esencia del ser humano”.
La tierra prometida
Dirección: Nicolaj Arcel
Guion: N. Arcel y Anders Thomas Jensen sobre la novela El capitán y Ann Barbara, de la escritora Ida Jessen
Intérpretes: Mads Mikkelsen, Simon Bennebjerg, Amanda Collin y Kristine Kujath
Fotografía: Rasmus Videbaek
Música: Dan Romer
Dinamarca, Alemania, Suecia / 2023 / 127 minutos
Distribuidora: Bteam Pictures