Tras una larga ausencia de más de una década, un joven escritor gravemente enfermo (Gaspard Ulliel en su mejor papel hasta la fecha) regresa a su pueblo natal para anunciar a su familia que pronto morirá. En el recuentro con su entorno familiar va demorando la noticia mientras se suceden los silencios y las miradas elocuentes en un clima de conversaciones subidas de tono, cuando no de abiertos reproches e insultos que traslucen una mezcla de cuentas pendientes, imperdonables rencores, cariños que por razones diversas no acaban de aflorar y vidas crispadas, profundamente solitarias.
Como apunta el propio Dolan: «Me interesa más lo que se calla que lo que se dice. Lo que me atrajo de la obra es el nerviosismo, la inestabilidad… Todos hablan de todo, menos de lo que importa. Y eso crea una atmósfera de completo histerismo que me resulta muy cinematográfica».
Cargada de exhibicionismo, necesario muchas veces habida cuenta la contundencia narrativa que le es propia a este cineasta de sólo 27 años de edad pero con ocho películas ya a su espalda, Solo el fin del mundo refleja con fidelidad la perturbadora atmósfera teatral de la obra de Lagarce, pero Dolan, siempre en el límite de lo barroco, le da una vuelta de tuerca más al drama para lograr una puesta en escena apabullante que a ratos, especialmente por la sobreactuación (una vez más) de Vincent Cassel, puede llegar a resultar excesiva.
Pese a una cierta desmesura, la película, en la que la clave radica en lo que los personajes no se dicen, lo que queda oculto entre tantas palabras, refleja un muy interesante plano coral al ofrecer perspectivas muy distintas en función de cual de los protagonistas se apodera de la cámara. Comentado ya el histrionismo de Cassel, es justo reconocer la magnífica y contenida actuación de Marion Cotillard, en un sufrido papel que llega a conmover, y de Léa Seydoux, que vuelve a llenar la pantalla de verdad, como ya lo hiciera en La vida de Adèle.
No era fácil el reto para los actores pues Dolan mete materialmente la cámara en la herida abierta de cada uno de los personajes. Esos primerísimos planos que traslucen el dolor y el silencio que dramáticamente gravita sobre cada uno de los planos de este retador psicodrama.
Sólo el fin del mundo
Dirección: Xavier Dolan
Guion: X. Dolan, sobre la obra homónima de Jean-Luc Lagarce
Intérpretes: Gaspard Ulliel, Marion Cotillard, Léa Seydoux, Nathalie Baye, Vincent Cassel
Fotografía: André Turpin
Música: Gabriel Yared
Canadá, Francia / 2016 / 95 minutos
Avalon