«Soy un inmigrante como todos mis compadres y como muchos de los que llenáis esta sala», comentó Del Toro al recoger la estatuilla que le otorgaba la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas –por cierto, la cuarta para un cineasta mexicano en el último quinquenio. Envuelto en un punto de euforia, pero sin olvidar en sus palabras un claro trasfondo político, dejó flotando en el ambiente aquello de que «una de las mejores cosas que hace nuestra industria es ayudar a borrar las líneas en la arena».

El hecho es que La Forma del Agua fue la clara ganadora de la noche al lograr cuatro de las nominaciones a las que optaba, entre ellas, como queda dicho, las dos principales en los apartados de película y director. Por su parte Dunkerke, que obtuvo el premio al Mejor Montaje, logró consolidar tres de las ocho candidaturas que presentaba y Tres anuncios en las afueras dos de las siete a las que aspiraba.

A lo largo de la gala, magníficamente pautada a lo largo de sus casi cuatro horas de metraje, resonó alto, claro e insistente el «¡Viva México!» al que en otros momentos acompañó el «¡Viva Latinoamérica!» cuando se anunció el primer galardón para Chile en los noventa años de historia de los premios, concedido a Una mujer fantástica como Mejor Película Extranjera. Sebastián Lelio, su director, lamentó que en su país no se reconozca oficialmente la existencia de transexuales: “Espero que este premio y la amplificación que supone ayude a dar relevancia a un asunto que es urgente. Un transexual no es una persona de segunda clase”.

La emoción presidió los momentos en los que se reconocía a James Ivory, que a los 89 años recibió el primer Oscar de su carrera por el guion adaptado de Call Me By Your Name. En los papeles secundarios barrieron Allison Janney por Yo, Tonya y San Rockwell por Tres anuncios en las afueras, en tanto los principales fueron, como queda dicho, para Gary Oldman y Frances McDormand.

Y si de emoción se habla, el punto álgido se produjo con la subida al escenario de Ashley Judd, Annabella Sciorra y Salma Hayek, –tres víctimas de acoso sexual–, que presentaron un vídeo en el que una serie de actrices se congratulaban de que Hollywood haya comenzado a tener a mujeres como protagonistas de sus propuestas.

La noche se cerró envuelta en aire deportivo con la presencia de Kobe Bryant, el ídolo de la NBA, que ganó estatuilla con el corto Dear Basketball y con el premio al documental Icarus, que desvela la trama de dopaje olímpico ruso urdido desde el propio gobierno.