Asalto a los cielos

Carmen (Gloria Muñoz) es la vicepresidenta de la Hermandad de Nuestra Señora de la Santa Cruz, la Caridad y la Esperanza. Lleva décadas entregada a servir a su comunidad. Sus vecinos la respetan y admiran. Es una mujer noble y trabajadora, pero alberga una ambición: ser nombrada Hermana Mayor. Solo un obstáculo impide su ascenso al último peldaño de la hermandad, y no es otro que la imposibilidad consuetudinaria de que una mujer ostente el cargo.

La comedia costumbrista pronto se torna negra tras la trifulca de Carmen con su contricante por el ‘trono’, un típico señorito andaluz que actúa como el cacique del pueblo y un párroco advenedizo. Es este punto de inflexión el que define el tono de toda la película, construida sobre la máxima de la concisión. Marta Díaz ha optado con inteligencia por contar la historia de una manera directa, introduciendo los elementos dramáticos desde el inicio, sin recrearse en una iconografía facilista (Semana Santa en Málaga) y utilizando arquetipos pero sin caer en la caricatura.

Hay ciertas reminiscencias almodovarianas en la exposición de la España provinciana y un par de momentos de evasión estética y cromática que no se separan del hilo narrativo. Finalmente estamos ante una comedia de espacios cerrados que ha preferido articularse en torno a personajes y situaciones, subordinando el planteamiento formal a estos. Es decir, la cámara recoge lo que los personajes sienten y hacen, sin querer epatar y así, quizá, desviar la atención del espectador.

Se reduce así en un microcosmos de personajes en busca de la resolución del conflicto, pero a su vez anquilosados en las convenciones de la realidad provinciana de la Andalucía devota. Por momentos uno piensa que habría venido bien una mayor dosis de delirio. Puede ser ésta una fortaleza y, al tiempo, debilidad: en su precisión reside una contención que conduce a cierta previsibilidad, si bien mantiene las riendas de la fluidez narrativa hasta la estocada final.

Simpática película sin pretensiones, directa, que podría invitar a más, pero que supone un notable debut de la cineasta Marta Díaz.

[Mi querida cofradía se presentó en la última edición del Festival de Málaga, que le concedió a Carmen Flores el premio a la mejor actriz de reparto.]