A lo largo de los 60 años de su actividad cinematográfica, Wajda dirigió docenas de películas. El director, gran apasionado de la historia de su país, reflejó en muchas de sus películas los hechos del pasado con una sensibilidad especial, trágica, creando obras de arte que conmueven a la vez que informan.
Sus películas pasaban de narrar la historia de Polonia a experimentar dentro de la nueva ola polaca (Los brujos inocentes, 1960) y adaptar obras de la literatura universal, entre las que cabe destacar La boda (1972), premiada en el Festival de San Sebastián.
Las películas de Wajda obtuvieron numerosos premios. Cuatro de ellas fueron nominadas para el Óscar y en el año 2000 el director recogió en persona un Óscar honorífico.
Pese a su avanzada edad, Wajda siguió rodando hasta el último momento. En enero del año próximo estrenará en su Polonia natal Powidoki, que aborda la figura de Wladyslaw Strzeminski, pintor y teórico del constructivismo.