Fuentes policiales aseguraron al diario estadounidense que el cadáver fue hallado en el baño de la casa del actor. Todo apunta a una sobredosis.
El protagonista de Capote, película por la que ganó el Óscar al mejor actor en 2005, seguía en activo en Hollywood y en los escenarios de Broadway. En 2012 estrenó una exitosa Muerte de un viajante.
Comenzó a actuar en televisión en 1991 y al año siguiente debutó en el cine. Fue reconocido gradualmente por sus trabajos como actor secundario en películas como Scent of a Woman (1992), Boogie Nights (1997), El gran Lebowski (1998), Magnolia (1999), The Talented Mr. Ripley (1999), Casi famosos (2000), 25th Hour (2002), Punch-Drunk Love (2002) y Cold Mountain (2003).
Además, Hoffman también era un consumado actor y director de teatro. En 1995 se unió a la LAByrinth Theater Company, y dirigió y actuó en varias producciones Off-Broadway. Fue nominado a los premios Tony por su trabajo en dos obras de Broadway: True West (2000) y Long Day’s Journey into Night (2003).
En mayo de 2013, Hoffman entró a un centro de rehabilitación para curarse de sus adicciones a los medicamentos y a la heroína. Dos décadas atrás, recién graduado, superó con éxito un primer tratamiento de desintoxicación que le permitió, según él mismo confesó, permanecer durante 23 años «limpio».