Las actuaciones más recordadas de O’Toole fueron Lord Jim (1964), Becket (1964), La noche de los generales (1966), El león en invierno (1968), Adiós, Mr. Chips (1969), El hombre de La Mancha (1972) y El último emperador (1987).
Sus interpretaciones en Lord Jim, dirigida por Richard Brooks y basada en la novela de Joseph Conrad, y La noche de los generales, dirigida por Anatole Litvak y donde volvió a compartir cartel con Omar Sharif, constituyen obras maestras del retrato psicológico.
Héroe controvertido
Pero fue su interpretación de Lawrence de Arabia (1962), el controvertido héroe inglés que luchó en el frente turco durante la Primera Guerra Mundial, la que marcó un hito no sólo en su hasta entonces breve carrera cinematográfica sino en la historia del cine.
La elección de O’Toole surgió como última opción después de que el papel fuera rechazado por Marlon Brando y Albert Finney. El personaje del coronel T.E. Lawrence ofrecía facetas complejísimas, y el actor solo había interpretado papeles secundarios en tres películas, por lo que David Lean no contaba con una trayectoria fílmica consolidada para valorar su talento.
O’Toole no solo realizó una de las mejores interpretaciones en la historia del séptimo arte, sino que se involucró de tal forma con el personaje que no dudó en permanecer como un beduino más bajo el sol de los desiertos de Jordania y Marruecos durante largas horas, donde se filmaron numerosas secuencias (Almería y Sevilla fueron también lugares de rodaje).
Una obra maestra
De la mano de David Lean, Lawrence de Arabia se convirtió en una obra maestra tanto en el terreno interpretativo como argumental, narrativo y fotográfico. Incluso la banda sonora de Maurice Jarre se convirtió en un clásico.
Esta película recibió siete premios Oscar en la edición de 1962, incluso el de Mejor Película, pero el correspondiente a Mejor Actor recayó ese año en Gregory Peck por su actuación en Matar un ruiseñor.
Nominado en ocho ocasiones al Oscar (por el citado filme y por Becket, 1964; El león en invierno, 1968); La clase dirigente, 1972; Adiós, Mr. Chips, 1969; Profesión: el especialista, 1980; Mi año favorito, 1982 y Venus, en 2007) solo recibió finalmente un Oscar honorífico en 2003.
El actor escribió entonces a la Academia rechazando el honor con una carta en la que pedía un aplazamiento: «Todavía sigo en la partida, aún podría ganar ese cabronazo encantador. ¿Podría la Academia aplazar los honores hasta que cumpla los 80?», preguntaba. Finalmente accedió a los honores y viajó a Los Ángeles para recoger la estatuilla y el aplauso de sus colegas.