Phoenix interpreta a Abe Lucas, un carismático profesor que desembarca en la universidad de una población costera norteamericana para hacerse cargo de las clases de Filosofía. Le precede su fama de intelectual brillante y seductor sin barreras.
¿Tiene sentido la vida?
A los pocos días de su llegada tiene apasionadamente rendidas a una profesora necesitada de vida y a una alumna (tras hacerlo en Magia a la luz de la luna, vuelve Emma Stone a trabajar con Allen) dispuesta a dejarlo todo, absolutamente todo, por él.
Pero envuelto en una profunda crisis existencial, el docente se resiste a cualquier tipo de compromiso. En ese tira y afloja se mece la primera parte de una película que, como es clásico en Allen, parece discurrir por vericuetos superficiales, cuando en realidad nos está hablando de cuestiones de mayor calado que confluyen en la pregunta que viene haciéndose desde el principio de su carrera: ¿hasta qué punto la vida tiene sentido?
Azar e irracionalidad
La del protagonista dará un giro radical al claudicar ante el asedio de su alumna y, muy especialmente, a raíz de una conversación que ambos accidentalmente oyen en una cafetería. En ese punto la película deriva hacia una sucesión de escenas en las que el azar -tantas veces lo casual como eje de sus propuestas- cobra carta de primer orden.
Rodada en Rhode Island en apenas seis semanas del verano de 2014, Irrational man argumenta que lo irracional -la irracionalidad del hombre que da título a la película- puede dar sentido a la vida. O, volviendo ese planteamiento por pasiva, la racionalidad como algo que puede ser claramente castrante en la vida del ser humano. «El comportamiento irracional del protagonista», afirma Allen, «le hace sentirse vivo. En nuestras vidas hay momentos en los que decisiones supuestamente irracionales suponen la mejor elección. Muchas veces las elecciones irracionales son las que te dan esperanza».
Sueño cumplido
Por su parte, Joaquin Phoenix manifiesta haber cumplido un sueño al trabajar con el director. «Siempre soñé que alguna vez estaría en una de sus películas. Hacerlo y ver su actitud y profesionalidad ha superado todas mis expectativas. Ahora le admiro más todavía». A lo que en uno de sus gags, el director comenta: «Es un enorme actor. Con él, como con todos los que intervienen en mis películas, intento no arruinar sus carreras».
Con la sinceridad que le caracteriza, Woody Allen se ha referido a Irrational man como una película «que no es para tirar cohetes, pero está bien. Sólo pretendo que resulte interesante para quien la vea y que el espectador no piense que ha tirado el dinero».
Les aseguro que, pese a no ser lo mejor que haya hecho, no se arrepentirán de lo que paguen para ver esta comedia que casi imperceptiblemente fluye hacia el drama. Un camino, el del humor a la tragedia y de la tragedia al humor, en el que Allen lleva 80 películas mostrándose como un verdadero maestro.
Dirección y guión: Woody Allen
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Jamie Blackley, Parker Posey, Ethan Phillips, Ben Rosenfield
Fotografía: Darius Khondji
Montaje: Alisa Lepselter
Estados Unidos / 2015 / 97 minutos