¿Cómo se hace una película sobre el amor en la era ‘dospuntocero’, de esas que quedan como testigo de una época? Sencillamente no pretendiéndolo. La posteridad debe ser lo último a tener en cuenta. Así, con aparente sencillez, llega a nuestros cines 10.000 km, una historia de y sobre el amor, en nuestro tiempo y a distancia, sí, pero sobre el amor por encima de todo.
Como voyeurs, nos introducimos en lo más íntimo de Alex y Sergi, la pareja protagonista, a través de pequeños fragmentos de ese año que pasan separados, fragmentos perfectamente seleccionados que mediante escenas cotidianas conforman un retrato nítido de sus personajes.
El guion de Marques-Marcet y Clara Roquet se mueve con soltura en el naturalismo y sabe cuándo ser de una sutileza aplastante y cuándo hacer que sus personajes verbalicen sus sentimientos. Y por encima de todo, en uno de los grandes aciertos del filme, no hay ceremonias. La cinta se aleja del regodeo melodramático, de ese disfrutar del sufrir que tanto gusta en el cine.
Marques-Marcet y Roquet muestran la cara más dolorosa de una pareja, lo más bajo a lo que puede llegar, pero no juzgan. La paranoia de uno y el distanciamiento de otra se nos presenta casi como un documento, con una sobriedad impregnada de las emociones (inevitables, claro) de la pareja. A esto ayuda la realización de Marques-Marcet, que se vale de las diferentes pantallas con las que convivimos en la actualidad. Un relato construido a golpe de Skype, WhatsApp, Google Street View y correos electrónicos.
Solo dos
Dos actores. Natalia Tena y David Verdaguer. Y nadie más. Porque no se necesita más que dos personas para contar una historia tan íntima. Porque tres acabarían siendo multitud en un asunto que solo incumbe a dos. Cualquier otro sujeto aparece acertadamente fuera de escena. Premiados en Austin y Málaga, Tena y Verdaguer llevan su interpretación a otro nivel. Lo que vemos en pantalla no son dos actores interpretando un texto, sino dos personas espiadas sin permiso, a cuya más visceral intimidad tenemos acceso por el mero hecho de haber pagado entrada. Su potente química, de esos milagros que solo a veces se da en el cine, hace que Natalia y David sean Alex y Sergi tan de verdad que uno puede leer en sus gestos los años de relación.
El resultado final parte en dos. Los diez mil kilómetros que separan a los protagonistas ponen en entredicho todo: la lealtad, el compromiso, la confianza, el amor… La distancia deja al descubierto que Alex y Sergi se encuentran en dos lugares distintos, no ya físicos, sino mentales. En sus manos queda continuar, tratando de unir las piezas rotas, o huir hacia delante.
Dirección: Carlos Marques-Marcet
Guion: Carlos Marques-Marcet y Clara Roquet
Intérpretes: Natalia Tena y David Verdaguer
Fotografía: Dagmar Weaver-Madsen
Montaje: Juliana Montañés
Productoras: Lastor Media y La Panda
Distribuidora: Avalon
España / 2014 / 98 minutos