Juan y Pedro son dos policías de homicidios de Madrid, ideológicamente opuestos, que son expedientados y castigados a desplazarse a un remoto y olvidado pueblo de las marismas del Guadalquivir para investigar la desaparición y brutal asesinato de dos chicas adolescentes durante sus fiestas. Juntos deberán superar sus diferencias y descubrir y enfrentarse a un salvaje asesino que lleva años matando a jóvenes en una comunidad anclada en el pasado donde las mujeres no le importan a nadie.
Tras la buena acogida de Grupo 7, Rodríguez vuelve junto a su compañero de guion Rafael Cobos al thriller policiaco, cuyo rodaje tomó ocho semanas en localizaciones de los pueblos hispalenses de Isla Mayor y Las Cabezas de San Juan, en plenas marismas del Guadalquivir, enclave con un fuerte protagonismo en la película.
El reparto está encabezado por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez, a quienes acompañan Antonio de la Torre, Nerea Barros, Jesús Castro, Jesús Carroza, Salva Reina y Cecilia Villanueva.
“La isla mínima es una película policiaca, una película de género, pero también de personajes: dos policías, de procedencias e ideas diferentes, y un lugar aislado con unos habitantes y una forma de vida que se acaban. Una investigación difícil en un entorno hostil. Un viaje donde todo cambiará”, comenta Rodríguez.
El director se encuentra ya trabajando junto a Cobos en el que será su próximo proyecto: El espía de las mil caras, adaptación de un libro del periodista Manuel Cerdá que narra la vida de Francisco Paesa, ex agente del Ministerio del Interior que entregó al ex director de la Guardia Civil Luis Roldán a la policía, además de diplomático, estafador y traficante de armas. Además, Paesa llegó a fingir su propia muerte.