A sus 80 años, Donald tiene récord de apariciones: han sido 200 los largometrajes en los que se ha dejado ver, más que ningún otro personaje de la factoría Disney. No es de extrañar, teniendo en cuenta que bien pronto empezó a destacar. Si en su primera aparición compartía pantalla junto a Peter Pig, pronto consiguió papeles de absoluto protagonista debido a su popularidad.
Su tirón entre el público propició que cuatro años más tarde el ilustrador Al Taliaferro comenzara una tira diaria con Donald como protagonista que llegó a publicarse en 322 cabeceras y que encontrara el amor en la figura de Donna Duck, conocida más tarde como Daisy.
Durante 50 años (1934-1984), el actor Clarence Nash puso esa inconfundible voz a Donald. En 1986, Tony Anselmo tomó el testigo de Nash y puso su garganta al servicio del ave, a quien sigue doblando en la actualidad.
No ha sido poco lo que ha vivido Donald. Su fama hizo que en 1995 un asteroide (concretamente el 12410) fuera bautizado con su nombre. Nueve años más tarde, el Paseo de la Fama de Hollywood hacía hueco para que el clásico personaje de Disney destapara su propia estrella.
Una fama tan arrolladora viene acompañada infaliblemente de las consiguientes habladurías. Así, en los años setenta saltó el rumor de que el personaje había sido prohibido en Finlandia por no llevar pantalones. Aunque más tarde se descubrió que aquello respondía realmente a motivos económicos, hoy no deja de haber quien da aquel rumor por cierto. Y es que la ausencia de pantalones de Donald sigue dando de qué hablar, como bien demostró Peter Griffin en Padre de familia.
Tan cuestionable como su tendencia a no usar pantalones es la relación que guarda con sus sobrinos Jaimito, Jorgito y Juanito (Huey, Dewey y Louie en su versión original). En 1938 aparecían por primera vez en el cortometraje Donald’s nephews (Los sobrinos de Donald), indicándonos que eran hijos de Della, hermana melliza de Donald, y un hermano de Daisy. Alojados temporalmente en casa de Donald tras un accidente que los tres gamberros provocaron a su padre poniendo un petardo bajo su silla, pronto pasaron a ser adoptados definitivamente por Donald. En adelante, no se volvió a hacer referencia a sus padres, lo que arroja una sombra inquietante sobre su destino.
Los tres sobrinos de Donald llegaron a protagonizar la serie Patoaventuras junto a otro familiar, el multimillonario Tío Gilito, perteneciente a un rico clan escocés, cuya fortuna se valora actualmente como una de las más cuantiosas en lo que a personajes de ficción se refiere.
Si bien no hay una explicación oficial del paradero de los padres de Jaimito, Jorgito y Juanito, la irreverente serie Robot Chicken sí lanzó una negrísima y brutal teoría acerca de por qué el pobre Donald debía convertirse en tutor legal de los trillizos.
En la actualidad, el Pato Donald se encuentra en la cima de su carrera. Además de ser la imagen central de numerosos productos de merchandising, sigue formando parte del elenco de la serie La casa de Mickey Mouse, además de tener un rol muy importante en los nuevos cortometrajes que la factoría Disney está elaborando con sus personajes clásicos como protagonistas, que apoyan su diseño en los trabajos que los hicieron populares allá en la década de los treinta, dando nuevamente más importancia al humor físico por encima del diálogo.
Tras 80 años de existencia, quizá el ave más longeva de cuantas ha existido, el Pato Donald se encuentra en la flor de la vida. Una nueva imagen que lo ha rejuvenecido y un contrato fijo en la factoría Disney hacen prever que su futuro está asegurado. No obstante, y aunque está lejos de ser un trabajador precario, su mal humor parece querer acompañarlo durante al menos 80 años más.