La ganadora del Premio Nobel Maria Linde (Krystyna Janda), una mujer de espíritu libre que vive junto a su familia en la plácida Toscana y está casada con un italiano bonachón, mantiene una relación secreta con un joven egipcio que regenta un pequeño hotel al borde del mar en una la playa cercana.
Mucho más intensa de lo que puede parecer por su título y por el planteamiento inicial, la propuesta mezcla retrato personal con denuncia política desde el momento en que a raíz de un terrible atentado terrorista la protagonista se niega a claudicar ante la histeria que se ha generado en su entorno. Sin miedo a las consecuencias, decidida a dejar claras las cosas y aprovechando el discurso que tiene que pronunciar a raíz de la concesión de un pequeño premio local, hace públicas sus ideas sobre la hipocresía de los políticos europeos y su rechazo a aceptar el Nobel que le ha sido otorgado. Todo ello provoca una tormenta personal y social que capea como puede.
El director
«El viejo continente ha estado marcando el tono durante cientos de años, ha sido un punto de referencia, dando forma e imponiendo una imagen de lo que es la vida en nuestro planeta. Hoy, cientos de miles de refugiados recién llegados obligan a que se tomen decisiones rápidas, a menudo mal pensadas, cuyas consecuencias se padecen cada día. El miedo a lo desconocido, la falta de política sabia y la cooperación entre los estados que forman la unión hace que el continente sea “sofocante” y muy incierto». Palabras textuales del director Jacek Borcuch al apuntar que uno de los objetivos de su película es plantear interrogantes al espectador.
«Somos nosotros los que estamos obligados a responder a las preguntas difíciles que surgen en el curso de los eventos. La película gira entorno a Maria Linde, poeta polaca y ganadora del Premio Nobel de Literatura. Su coraje y su actitud intransigente despiertan emociones extremas. Puedes identificarte con ella o rechazarlo. Nada es fácil, y nada es lo que parece. Quería contar una historia sobre esa vida que no puede ser alcanzada. La creación de la imagen del gran poeta, que es a su vez autoridad moral y artista admirado me brindaron grandes posibilidades. Es algo que ayuda, por ejemplo, en la batalla intelectual: su fuerte presencia en la historia, desde la primera hasta la última escena, hace que sea mucho más fácil usar grandes palabras, sin correr el riesgo de caer en la pretensión o el patetismo. Mi mayor desafío fue crear la de crear una gran poetisa ficticia, creíble de tal manera que pudiera decir a través de su vida y sus acciones, algunas cuestiones sobre la Libertad».
La actriz
Krystyna Janda, estrella muy popular en su país, es conocida a nivel internacional a través de papeles protagonistas en películas de directores polacos como Andrzej Wajda (Man of Marble, Man of Iron), Krzysztof Kieślowski (Dekalog) y Andrzej Żuławski (On a silver Globe).
En el año 1981, Krystyna interpretó uno de los personajes de la oscarizada Mephisto y un año más tarde interpretó el papel principal de la película Przesłuchanie (Interrogation) de Ryszard Bugajski, que se estrenó siete años después, en 1989, tras el colapso del comunismo. A pesar de que se estrenó tarde, su interpretación generó gran interés internacional y ganó el Premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes. Más tarde, en 1992, ganó la Concha de Plata en la 40 edición del Festival de San Sebastián con la película Dismissed from Life.
“Seguí este proyecto desde la idea inicial. Me gustó mucho desde el principio. Era controvertido y difícil pero me gusta jugar con este tipo de cosas. Contemporáneo y abordando cuestiones y problemas actuales. Mi personaje, Maria Linde, es genial, muy complejo e interesante”.
Lo es y por ello Un atardecer en la Toscana merece la atención del espectador, especialmente aquel que tiene en el cine un ámbito de reflexión.
Un atardecer en la Toscana
Dirección y guion: Jacek Borcuch
Intérpretes: Krystina Janda, Antonio Catania, Lorenzo de Moor, Vincent Riotta, Katia Smutniak
Producción: No Sugar Films
Polonia / 2019 / 92 minutos
Bteam Pictures