En su undécima edición, este premio creado en 1997 para reconocer los mejores trabajos de investigación histórica sobre nuestro cine, ha recaído en Reyes Abades. Rompiendo moldes, un repaso a la vida de este especialista en efectos especiales en el que el historiador Josep Lluís i Falcó combina vivencias personales con técnicas, reflexiones y anécdotas de rodaje de algunos de los numerosos directores y actores con los que Abades ha trabajado en las más de 300 películas en las que ha participado.
El Premio Muñoz Suay se otorga este año ex aequo a El cine español. Una historia cultural, libro en el que Vicente J. Benet hace un recorrido por la historia de nuestra cinematografia, desde la primera proyección realizada en Madrid por agentes de los hermanos Lumière hasta el presente.
La obra centrada en Reyes Abades ha sido premiada por «ofrecer a los lectores la posibilidad de conocer intímamente la figura de uno de los más prestigiosos técnicos del cine español, una persona hecha a sí misma y que ha creado de la nada un oficio inexistente hasta su llegada». Por su parte, El cine español. Una historia cultural constituye, según la Academia, «una gran aportación al estudio del cine en España como herramienta esencial para comprender la evolución de nuestra sociedad, el carácter identitario de nuestras películas y, como dice su autor, reivindicar su valor como legado cultural».
‘Reyes Abades. Rompiendo moldes’
Ni en sueños se imaginó Reyes Abades que alguien escribiría un libro sobre él y, aunque se ha dejado “muchas cosas en el tintero”, este “peón de ajedrez” ha contado “mi verdad” sobre un oficio “muy olvidado”. Técnico imprescindible de nuestro cine, Abades se siente un privilegiado por tener un volumen escrito por el historiador de cine Josep Lluís i Falcó, para quien este trabajo sobre este maestro en hacer real lo que otros imaginan –tarea que lleva desempeñando hace más de cuatro décadas y por la que ha logrado nueve goyas–, es una mezcla de todo, “como es Reyes; es una parcela de la historia del cine español vista por detrás, es Extremadura, es técnica, hay sentimientos y se habla de legislación. También hay anécdotas y cuenta algún que otro secretillo sobre cómo se hace un efecto”, destacó Falcó.
Abades (Castilblanco-Badajoz, 1949) barajó varios títulos para el volumen, y de los muchos que tuvo sobre la mesa escogió el que mejor le retrata. «En todos los efectos especiales siempre hay que hacer un molde para reproducir el objeto que luego hay que romper porque no sirven para otra película”.
‘El cine español. Una historia cultural’
Ofrecer una nueva aproximación al cine español que lo presentara, no como un fenómeno aislado, sino como una manifestación de la industria cultural integrada en los procesos de transformación social y política del país. Esta fue la premisa bajo la que el profesor Vicente J.Benet escribió El cine español. Una historia cultural, un exhaustivo recorrido por un arte que ha reflejado los procesos de cambio social, los acontecimientos históricos producidos por la incorporación de España a la modernidad, así como el diálogo y la conexión con la literatura, la pintura, la música, el teatro o la radio. El catedrático, que imparte clases de Comunicación Audiovisual en la Universidad Jaume I de Castellón, valora los momentos y películas sobre los que apoyarse para cruzar la historia cinematográfica de nuestro país, desde su primer capítulo, ‘El choque de la modernidad’ (1896-1922), hasta el último, ‘El presente transformado’ (1992-2010). Con un apoyo gráfico sustentado en 600 imágenes, Benet reflexiona sobre la dimensión industrial, política y memorística del cine español, y analiza más de 300 películas.
Entrega de premios
El próximo 4 de junio, en la sede de la Academia, se entregará este galardón que lleva el nombre de Ricardo Muñoz Suay (Valencia, 1917-1997), uno de los intelectuales, críticos, cineastas e investigadores más importantes de España. Muñoz Suay desarrolló una influyente, notable y variada carrera cinematográfica, desde guionista hasta crítico, responsable cultural y hombre de industria, en una trayectoria que inició a principios de los años treinta. Vinculado al PCE hasta 1962, entró en la distribuidora Edici en la posguerra y trabajó con Bardem, Berlanga y con Benito Perojo. Galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes, fue responsable de la refundación de la productora UNINCI, con la que coprodujo Viridiana, fundó y dirigió la Filmoteca Valenciana, y fue académico de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y de la de San Fernando.