Como ha declarado el propio Lerman, el proyecto surgió como consecuencia de una escena que lo tuvo a él como testigo directo: «Un hombre disparó a su mujer en presencia de sus hijas. Esa tragedia sucedió delante de mi lugar de trabajo. De pronto me encontré en el escenario de los hechos. Me impactó y me llevó a profundizar en el tema, a conocer refugios para mujeres maltratadas, a hablar con ellas y saber de sus historias…».
Madre e hijo
Matías (el pequeño Sebastián Molinaro es uno de los grandes aciertos de la película) es un niño de siete años que al regresar a casa de una fiesta de cumpleaños se encuentra a su madre, Laura (Julieta Díaz se aleja de anteriores papeles de opereta para demostrar la buena actriz que lleva dentro), golpeada e inconsciente en el pasillo de su casa.
Cuando ella recupera el conocimiento decide escapar con su hijo a un refugio para mujeres maltratadas. Allí pasarán 48 horas hasta que deciden (la madre duda, pero decide; el niño le sigue, asumiendo sin saberlo su destino de nómada) rehacer su vida y aferrarse a la esperanza en otro lugar.
Impactante
Una impactante puesta en escena y un comienzo y finales para la reflexión hacen que Refugiado suscite en el espectador la angustia, el desasosiego, la rabia y la incertidumbre que el tema exige.
A través de los ojos del pequeño Matías, que en todo momento comunica la idea de desarraigo que la propuesta quiere denunciar, compartiremos su huida y cómo todo lo que él conocía se convierte en algo peligroso, mientras Laura busca un lugar seguro donde vivir. O como ella se plantea a lo largo de las horas, ¿dónde esconderse de la persona que más te conoce?
Inevitable resulta comparar ésta con otras propuestas sobre la violencia de género, como la española Te doy mis ojos, por ejemplo. Pero en Refugiado el tratamiento es distinto y ahí radica su originalidad, pues solo vemos a la víctima, mientras el verdugo solo tiene presencia en off y, de hecho, no llegamos a conocerlo.
Además, y este es otro de los aciertos de la película de Lerman, la historia está narrada desde el punto de vista del niño aunque, en teoría, la protagonista sea la madre. Desarraigo, dudas, injusticia, crítica… Todo se mezcla con sutileza en Refugiado, que pasó con merecida buena nota por los festivales de Cannes y San Sebastián.
Dirección: Diego Lerman
Guion: Diego Lerman y María Meira
Intérpretes: Julieta Díaz, Sebastián Molinaro, Marta Lubos y Valentina García
Música: José Villalobos
Fotografía: Wojtek Staron
Montaje: Alejandro Brodersohn
Argentina-Colombia-Francia-Alemania-Polonia / 2014 / 90 minutos