Ecuador del siglo XXI. El hielo ha invadido el planeta. La muerte se ha apoderado de la situación como consecuencia de un terrible fallo en un experimento realizado para combatir el calentamiento global. Todo está congelado salvo el interior de un tren, Rompenieves, en el que a la desesperada circundan una y otra vez el perímetro de la tierra unos cientos de supervivientes.
Todo menos la paz
Pero en ese tren reina cualquier cosa menos la paz como consecuencia de que hay una clara división entre los vagones de cola, en los que viaja la clase explotada que sufre todo tipo de privaciones, y los poderosos que en los vagones de cabecera gozan de privilegios y excesos sin medida. Al frente de esta huida hacia ninguna parte figura el ideólogo del tren, un iluminado que ejerce con mano de hierro desde la idea de que cada segmento de la población tiene que asumir su papel para evitar el caos.
La situación parece no tener salida instalados unos en el todo y otros en la nada hasta que la nada, a través de un joven que lidera a los menos resignados, asalta el poder.
Rompenieves, ciencia-ficción en estado puro, es la adaptación cinematográfica del cómic francés Le Transperceneige y la primera película en inglés del consolidado director asiático Bong Joon-ho, que ha dispuesto de un presupuesto multimillonario, siendo la película más cara de la historia de la cinematografía de aquella parte del mundo.
Plantea Rompenieves una metáfora de la sociedad y sus desequilibrios. Una reflexión, en principio profunda, sobre la naturaleza humana en condiciones extremas, algo nada frecuente en un blockbuster de este tipo que, como se sabe, suelen echar toda la carne en la acción y teñir la pantalla del rojo intenso de la sangre.
Atípica
Violencia hay a raudales, pero lo escabroso se le oculta a una cámara en la que prima la plasticidad y una muy cuidada puesta en escena. En ese sentido es atípica entre las de su género. Además, el hielo y la nieve siempre han casado muy bien con el cine y esta no es una excepción.
En consecuencia la película no defraudará a los que gustan de este tipo de espectaculares propuestas (cataclismos, finesdelmundo, etc.), pero dejará bastante más fríos, y no es un juego de palabras con el título, a quienes esperan una apuesta argumental más trabajada. Sobre todo cuando lo que parece desprenderse como fin último del macroproyecto es una especie de análisis sociopolítico entre los que lo tienen todo frente a los que carecen de lo más elemental.
El tren como metáfora del mundo. El hielo y la nieve como paradojas pues la nieve alimenta al hielo y al tiempo lo deshace. Hielo como sinónimo de muerte; nieve como esperanza y vida. Con eso nos quedamos, sí, pero un tanto congelados ante tanta ruptura.
Dirección: Bong Joon-ho
Guión: Bong Joon-ho y Kelly Masterson (Basado en el cómic de Jacques Loeb y Jean-Marc Rochette)
Intérpretes: Chris Evans, Ed Harris, John Hurt, Tilda Swinton, Jamie Bell y Octavia Spencer
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Kyung-Pyo Hong
Productoras: Moho Films y Opus Pictures
Distribuidoras: Good Films y La Aventura
Corea del Sur-Estados Unidos-Francia-República Checa / 2013 / 126 minutos