Allá por 1820, el escritor Washington Irving publicaba un volumen compuesto de 34 ensayos y relatos cortos titulado Libro de apuntes, dentro del cual se encontraba un pequeño cuento acerca de Ichabod Crane, un supersticioso profesor de Connecticut que compite con el bruto Abraham Van Brunt por el amor de la bella Katrina Van Tassel. Lo que Crane no esperaba era la emboscada de un legendario espectro sin cabeza que le hizo huir del pueblo para no volver, renunciando definitivamente al amor de Katrina y dejando muy pocas pistas sobre su auténtico destino.
Esta simpática historia de fantasmas llevaba por título La leyenda de Sleepy Hollow, un cuento que ha sido adaptado y readaptado hasta la saciedad. Quizá la versión que antes acude a la mente es la realizada en 1999 por Tim Burton, que cambiaba significativamente el desenlace y convertía a Crane (encarnado por Johnny Depp) en el héroe de la película.
Abandonando la tumba
Ahora, 14 años después de aquella versión, Phillip Iscove, Alex Kurtzman, Roberto Orci y Len Wiseman, algunos de los responsables de la saga de Underworld y las nuevas versiones de Star Trek, proponen un giro en forma de serie a la leyenda del inmortal jinete sin cabeza. Más inmortal que nunca, desde luego, ya que el espectro cobra vida después de 300 años para seguir imponiendo el terror en Sleepy Hollow.
Sin embargo, el jinete no va a tener las cosas nada fáciles, ya que su incansable perseguidor, Ichabod Crane (responsable aquí de su decapitación), vuelve también al mundo de los vivos. Éste formará un equipo junto a la teniente Abbie Mills para dar caza, esta vez definitivamente, al insaciable jinete sin cabeza.
Sleepy Hollow, éxito de audiencia en Estados Unidos, llega ahora a las pantallas españolas a través de Fox, que la considera una de sus grandes bazas y espera seducir al espectador para llevarles su segunda temporada, ya confirmada, el año próximo.