Judd Apatow es considerado a día de hoy uno de los padres de la nueva comedia americana. Desde su debut en el largo con Virgen a los 40, el director se ha labrado una carrera a base de construir comedias con un regusto melancólico. Si echamos un vistazo a su filmografía, descubrimos en sus protagonistas a personajes que se niegan a crecer y que, sea cual sea su condición, no terminan de encontrar la felicidad. La clave para encontrarla, acaban aceptando, pasa por madurar.
El síndrome de Peter Pan le ha hecho la carrera a Apatow, quien tiene el mérito de haber reinterpretado el mismo arquetipo con bastante gracia a lo largo de cinco películas. La diferencia es que ahora, por primera vez, la autoría de Apatow se limita a la dirección. El guión corre a cargo de Amy Schumer, la nueva cómica de moda. ¿La conocen?
Schumer, un descarado soplo de aire fresco
En 2013, Schumer aterrizaba en Comedy Central con Inside Amy Schumer, un espacio de veinte minutos en el que la actriz escribe, dirige y protagoniza sketches humorísticos caracterizados por un ácido sentido del humor, diálogos deslenguados y una fuerte crítica al injusto lugar que sigue ocupando la mujer en los medios. Nominada este año a seis premios Emmy (entre ellos, Schumer como mejor actriz de comedia), el espacio de tan sugerente título ha catapultado a la actriz a lo más alto en el terreno del humor. Para que capten su estilo, aquí tienen uno de sus sketches más memorables.
Con estos mimbres, uno sólo podía regocijarse ante la idea de toda una película ideada por esta humorista sin inhibiciones, especialmente al descubrir que la cosa iba de analizar si la monogamia es tan beneficiosa como insiste la sociedad. El resultado se vino a llamar en su título original Trainwreck, expresión informal que alude a esas personas cuyas vidas son un desastre, al menos en lo que a los cánones clásicos respecta.
Conservadora en lo romántico
«Todos conocemos a uno», reza el lema original de la película. La trainwreck que se nos presenta es Amy (que comparte nombre con su intérprete), una chica que vive feliz su rutina de juergas que derivan en rollos de una noche. La joven goza de una sana libertad que ve puesta en peligro cuando, de pronto, se enamora. No es por otra cosa que el título español del filme es Y de repente tú.
Desde ese punto, la cinta toma el consabido cauce de comedia romántica. Antes de eso, y a pesar de la mirada poco juzgadora de la Amy guionista a la Amy personaje, ya se nos va adelantando, especialmente a través del personaje de su hermana (una Brie Larson nunca lo suficientemente reivindicada), el cambio de mentalidad que su protagonista va a tener que experimentar. No lo olviden: es una película de Judd Apatow.
Es ese punto el que choca con la idea que uno tiene de Schumer en la cabeza tras ver sus sketches. La cómica se ha apatowizado en esta película, esto es, se ha vuelto conservadora. Su Amy se coloca a la altura moral de los anteriores peterpanes del director, lo que es un tanto decepcionante. No nos molesta que Amy decida sentar la cabeza (se ha enamorado, al fin y al cabo), sino que tenga que pedir perdón por su vida anterior y «humillarse» (habrán de ver la película para entenderlo) ante los cánones establecidos.
Infalible en lo cómico
Más allá de ese conservadurismo, la película brilla en el terreno cómico. Los diálogos de Schumer, llenos de referencias contemporáneas, son una demostración continua de ingenio, mala baba, crítica y lucidez. A esto ayudan, además de la propia Schumer y su coprotagonista, Bill Hader, cuyas vises cómicas están fuera de toda duda, unos secundarios muy inspirados, con una dulce Larson, un rabioso Colin Quinn y una insoportable Tilda Swinton.
Mención aparte merecen John Cena, luchador que demuestra una vena cómica sorprendente, y el jugador de baloncesto LeBron James, consejero espiritual del personaje de Hader, quien se autoparodia con bastante gracia. Este último parece estar mentalizándose para los rumores que lo señalan como protagonista de una futura secuela de Space Jam.
Salvando el mencionado recorrido de comedia romántica tradicional y algún cameo que sobra (cierta escena de intervención), Y de repente tú es una película óptima para estos días calurosos en los que unas buenas risas ayudan a sobrellevar las altas temperaturas. Descubran a esta trainwreck que nos presentan Schumer y Apatow y debatan si toda vida de desenfreno conlleva convertirse en algún punto en la protagonista de una canción de Billy Joel.
Dirección: Judd Apatow
Guión: Amy Schumer
Intérpretes: Amy Schumer, Bill Hader, Brie Larson, Colin Quinn, Tilda Swinton, John Cena y LeBron James
Música: Jon Brion
Fotografía: Jody Lee Lipes
Estados Unidos / 2015 / 125 minutos