Tormentas en la Costa de la Muerte

Tras su paso por la sección Generation de la Berlinale, el Festival de Málaga y la película de clausura del Barcelona Film Fest, Sica se nutre, en la mayor parte de sus papeles, de actores muy jóvenes no profesionales y vecinos de la zona en la que la acción se desarrolla.

Es el caso de Thais García Blanco, que aporta el mágico realismo que pide su protagonismo, y los también debutantes Marco Antonio Florido y María Villaverde Ameijeiras. Completan elenco los actores profesionales Lois Soaxe y Núria Prims, que al comentar la circunstancia de trabajar con personas que nunca se habían puesto ante una cámara comenta: “Ha sido un reto pero también algo muy atractivo. Al ser jóvenes tienen una frescura y una energía inagotable, esto se contagia muy rápido. Por otra parte, el hecho de que no sean profesionales siempre aporta un pico de naturalidad que nos obliga a llegar ahí a los profesionales. Alcanzar actuando ese límite tan frágil de su naturalidad. Porque ellos no son profesionales pero sí actúan. Yo los miraba desde la perspectiva de tener que estar a su nivel, que es muy alto”.

La película gira en torno a Sica, que a sus catorce años ha perdido a su padre en un naufragio del que no se pudo recuperar su cuerpo. Desde ese momento, cada día acude a la orilla con la esperanza de que el mar se lo devuelva. Mientras en esa búsqueda recorre los acantilados, conoce a Suso, otro joven que se autodenomina Cazatormentas, un chaval raro y retraído como ella, que le anuncia la llegada de Ofelia, la madre de todas las tormentas.

Obsesionada con su cometido, Sica investiga las circunstancias del accidente y se adentra en un doloroso viaje en el que se va topando con inesperados hallazgos. A sus ojos, el pueblo marinero donde ha crecido, marcado por la brutalidad de su océano y el creciente desequilibrio de la naturaleza del lugar en el que la pesca poco a poco está despareciendo, jamás volverá a ser el mismo.

Sobre los espectaculares escenarios en los que la película se ha rodado, su directora, Carla Subirana, recuerda que en la Costa de la Muerte “las corrientes marinas son mortales. Se han documentado más de 600 naufragios en esta zona, una de las costas más peligrosas del mundo. La furia del mar la transforma en una sepultura gigante y, según las leyendas cuentan, las almas de los marineros pueden oírse por las grietas de la tierra. Allí, Sica busca obsesivamente la voz de su padre en un gran agujero, conocido en la zona como la Furna das Grallas”.

Y en relación con la presencia continua del paisaje en el relato, la realizadora añade: “Sí. La naturaleza es la otra protagonista. El viento, el mar, las olas… nos dejan ver su propio estado de ánimo, con el temperamento único que tiene el océano en esta costa. Los personajes se muestran pequeños frente a su inmensidad, y temerosos ante la llegada de Ofelia, que al mismo tiempo es la única capaz de devolver la armonía a la vida de Sica. Como dice Suso el Cazatormentas, Ofelia es la madre de todas las tormentas, pero solo nos está avisando: después de ella vendrán más, y distintas a las de antes. En ese sentido Sica es también un grito de auxilio ante la crisis climática”.  

Entre tormenta y tormenta, la película bien merece que nos sumerjamos en el inquietante misterio que a lo largo de los tiempos gravita sobre esa enigmática costa: la de la Muerte.

– No se pierda la entrevista con la directora de Sica, Carla Subirana: «Como narradora una no puede escapar de sus obsesiones» ^[1]