Esta vez Loach, responsable de títulos como Yo, Daniel Blake; Buscando a Eric o El viento que agita la cebada, establece como escenario la crisis financiera de 2008 y cómo se llevó por delante el sueño de una pareja de Newscastle.
Ese sueño no era otro que ser propietarios de una casa. Atrapados por la necesidad de llegar a final de mes, se verán obligados a trabajar una cantidad demencial de horas sin la menor protección y sin poder atender a sus hijos adolescentes, poniendo en riesgo el delicado equilibrio de una familia.
Sorry We Missed You, en la que Loach vuelve a tener como guionista a Paul Laverty, logró el Premio del Público a la Mejor Película Europea en el Festival de San Sebastián y supuso la cuarta participación del director en Cannes, en donde ha logrado dos Palmas de Oro.
Una familia obrera
La cámara nos introduce en la vida de Ricky, Abby y sus dos hijos, un joven desorientado que ronda los 15 años y una niña de 11. Viven en Newcastle. Forman una familia muy unida. Ricky, trabajador y responsable, ha pasado de un empleo a otro. Por su parte, Abby, una asistente social tranquila y sensata, se dedica a cuidar a personas ancianas y disfruta con su trabajo.
A pesar de que ambos dedican cada vez más horas al trabajo, son conscientes de que nunca obtendrán la ansiada seguridad económica o tendrán una casa en propiedad. En esas circunstancias a él le surge la oportunidad de participar en una franquicia como trabajador autónomo.
Acosados por las deudas, la pareja decide apostar el todo por el todo. Abby vende su coche para que Ricky se compre una furgoneta y se convierta en repartidor por cuenta propia: por fin será su propio jefe. Ansiando un futuro diferente pasan la mayor parte del día lejos de casa y de sus hijos. De pronto, lo que siempre había sido una relación fuerte cambia cuando se ven arrastrados por la realidad y por un hijo adolescente que no acaba de encajar el distanciamiento que establece el horario laboral de sus padres.
“Una historia es un vertedero; luego queda colarla, interrogarla, ponerla a prueba, unirla y hacer que encaje, dentro y fuera de la casa”. Palabras de Loach ante una de sus apuestas más sólidas. En el logro de ensamblar todas las piezas tienen función importante las actuaciones protagonistas de Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Katie Proctor y Rhys Stone y, por supuesto, el milimetrado guión de Paul Laverty, que logra que el espectador se sienta totalmente inmerso en la precariedad laboral que la película denuncia.
Como señala Loach: «Paul no solo se fue dando cuenta del nivel de explotación al que está sometido el trabajador, sino de las consecuencias que esto tiene para las familias y cómo afecta a las relaciones personales. La clase trabajadora está atrapada por necesidad».
Honestidad
Honesta hasta la médula y, como tal, desalentadora ante la realidad circundante, Sorry We Missed You plantea no pocos interrogantes que concreta el propio realizador. ¿Es este un sistema sostenible? ¿Es sostenible que hagamos la compra gracias a un hombre que trabaja catorce horas diarias? ¿De verdad queremos un mundo en el que la gente trabaja con tanta presión?.
Y a sus 82 años Loach argumenta: «No estamos ante un fallo de la economía de mercado; al contrario, es un desarrollo lógico del mercado consecuencia directa de una competencia cada vez más dura que quiere recortar gastos y subir beneficios. El mercado quiere ganar dinero y las dos cosas no son compatibles. Pagan el precio los trabajadores como Ricky, Abby y sus familia. Pero nada de lo que digo tendrá importancia a menos que el público crea a las personas en la pantalla, las quiera, sonría con ellas y comparta sus problemas. Solo nos pueden conmover sus vidas si comunican autenticidad».
Y vaya si lo logran. Porque es inevitable que las preguntas planteadas floten y queden en el ambiente. No es poco.
Sorry We Missed You
Dirección: Ken Loach
Guion: Paul Laverty
Intérpretes: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor, Ross Brewster, Charlie Richmond, Julian Ions, Sheila Dunkerley
Fotografía: Robbie Ryan
Música: George Fenton
Reino Unido, Francia, Bélgica / 2019 / 101 minutos