Sin duda Redmayne logra que nos creamos al personaje. Y no es fácil conseguirlo porque 30 años en la vida de Hawking son más que en otras. Baste decir que cuando nos acercamos a él tiene poco más de 20 y es un hombre sano y vital, estudiante destacado, deportista y enamoradizo.
Vendrá poco después la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a truncarle dramáticamente el cuerpo y el habla y, al cabo, postrarle en una silla de ruedas desde la que ha seguido impartiendo sabiduría hasta hoy, cuando, desafiando a quienes en su momento le dieron poco más de dos años de vida, ha cumplido los setenta y tantos.
Felicity Jones
Lo dicho, Redmayne lo logra, pero quien realmente se come la pantalla con su actuación es Felicity Jones en su papel de primera mujer del protagonista. Sin que el espectador sea totalmente consciente, la atención de la historia deriva del científico a la figura en la sombra de Jane Wilde, la persona que contribuyó de forma contumaz a cumplir los retos de su marido, le dio tres hijos y le apoyó de una manera clave hasta su separación en 1991.
Toda esa historia ilustra Travelling to infinity: My life with Stephen, el libro de memorias de Jane que sostiene la película y que acaba de ser editado en español por Lumen con el título Hacia el infinito. En 1995, Hawking volvería a contraer matrimonio. Lo hizo con la que entonces era su enfermera, Elaine Mason, de la que también se separó 11 años más tarde.
Buen sabor de boca
Bien interpretada, bien construida e impecablemente ambientada (una vez más hay que aludir a la maestría británica en estos menesteres), La teoría del todo, que adolece en algún tramo de cierta blandenguería, nos deja con el buen sabor de boca de las propuestas elegantes y sensibles.
No cae en la tentación de la hagiografía. Asumimos a los protagonistas y lo que nos cuentan, y eso, en una propuesta que enfoca a un personaje real, vivo y tan popular como Hawking, alguien con quien no ha podido ni siquiera una discapacidad tan invalidante como la que él sufre, es muy de agradecer.
El esfuerzo ha merecido la pena. La visión de la película, también.