Vender coches ha sido su vida desde que tiene memoria. Siempre le ha gustado su trabajo. Marcel Lévesque ha enviudado, ronda los 70 e intenta seguir activo en la población a orillas del lago Saint-Jean próximo a Quebec en la que es tenido, y con justicia, como un buen padre, un buen abuelo; una persona de bien.
Drama económico
El peso de esta película, que obtuvo el Premio Fipresci San Francisco y el Cinema Jove Valencia, cae casi de forma exclusiva sobre este hombre que en un duro e interminable invierno no se resigna al rosario de despidos de vecinos y clientes en la fábrica de papel que supone el motor económico de la zona.
No destaca El vendedor por ser redonda y si al inicio de esta nota hablábamos de fuelle, cierto es que en el último tramo la propuesta se desinfla un tanto. Pero con mucho, los aciertos compensan ese bajón.
En el marco del drama económico-social al que buena parte del mundo «instalado» asiste, Pilote nos sienta frente a ese tipo de cine que se limita a exponer hechos y personajes sin juzgarlos. Coloca la pelota en el tejado del espectador que, casi sin darse cuenta, calibra dignidades y comportamientos y sale de la sala buscando conclusiones para lo que le han mostrado.
El vendedor
Dirección y guión: Sébatien Pilote
Intérpretes: Gilbert Sicotte. Nathalie Cavezzal. Jéremy Tessier. Pierre Leblanc
Fotografía: Michel La Veaux
Música: Pierre Lapointe y Philippe Brault
Canadá / 2011 / 107 minutos