Hace ya diez años que Jean, el mayor de los tres hijos del propietario de una próspera bodega, dejó a su familia y a su Borgoña natal para recorrer mundo. Al enterarse de la inminente muerte de su padre regresa desde Australia, en donde ahora tiene pareja e hijo, a la tierra de su infancia.
Allí se reencuentra con su hermana, Juliette, y con su hermano, Jérémie. Su padre murió justo antes del inicio de la cosecha. En el espacio de un año, al compás de las cuatro estaciones, los tres jóvenes se recuperarán y reinventarán su fraternidad, floreciendo y madurando junto con el vino que producen.
Más que paisaje
El paisaje de la Borgoña, esos interminables viñedos que ondulan al aire de las la tierra que los acoge para formar una especie de océano, brinda la tentación de hacer una película que, simplemente, llenase el ojo. Pero Klapisch lleva dentro a un cineasta con oficio que se exige más que ser un simple trasmisor de postales en movimiento y nos sitúa ante un relato cinematográfico muy bien trenzado. Los vaivenes de los tres hermanos protagonistas están llenos de vida y, en consecuencia, convierten esta tragicomedia en una historia creíble.
Hacemos nuestras las dudas de quien se debate entre la llamada de la tierra y de la sangre y el compromiso y el amor que le despiertan los que se quedaron, pareja e hijo, al otro lado del mundo. Sentimos también cercanas las preocupaciones de la hija, la mediana, dispuesta al sacrifico que precise el continuar con el negocio y la tradición familiar, y en buena medida nos convertimos en cómplices del desasosiego del menor de los hermanos ante los problemas, no menores, que le cercan.
Bien dirigidos por Cédric Klapisch (Nueva vida en Nueva York, Una casa de locos o Ni a favor ni en contra), Pio Marmaï (Vendeur), Ana Girardot (La próxima vez apuntaré al corazón), François Civil (Objetivo: París), Jean-Marc Roulot (Un peuple et son roi) y María Valverde (Across the River and Into the Trees) son algunos miembros de un reparto que sale muy bien parado de una cinta que deja en el paladar el gusto entrañable de los buenos caldos. ¡Salud!
Dirección: Cédric Klapisch
Guion: Santiago Amigorena, Cédric Klapisch
Intérpretes: Pio Marmaï, Ana Girardot, François Civil, Jean-Marc Roulot, María Valverde
Fotografía: Alexis Kavyrchine
Música: Loïc Dury, Christophe Minck
Francia / 2017 / 113 minutos