Fire of Love es un canto a la pasión; a las pasiones. La que vivieron a lo largo de sus vidas Katia y Maurice Krafft, desde que como estudiantes se conocieron en la Universidad de Estrasburgo, y la que constituyó la razón de sus vidas: el estudio de los volcanes. Pasión a tres bandas para una pareja que concitó ciencia y aventura para vivir al límite hasta el final.
Sobre esa premisa, la cineasta estadounidense Sara Dosa ha construido un deslumbrante documental. Utilizando exclusivamente el material de archivo de la pareja de científicos: grabaciones, películas, escritos, libros y entrevistas realizadas en las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo, los años en los que se concentró la actividad científica y divulgadora de los protagonistas, sobre la pantalla toman forma algunas de las imágenes sobre volcanes y erupciones más impactantes que se hayan filmado nunca.
Como la historia constata, Katia y Maurice Krafft fueron unos pioneros de esta rama de la ciencia en una época en la nadie o casi nadie se atrevían a llegar tan cerca de la lava y de las explosiones. De hecho, en un mundo cada vez más manejado por drones, muy pocos se han atrevido posteriormente a hacerlo. Katia (1942 – 1991) era geoquímica y Maurice (1946 – 1991), geólogo. El Etna y el Stromboli, sus volcanes de referencia. Juntos compartieron un amor volcánico y juguetón vivido al límite. A finales de la década de 1960 iniciaron una búsqueda conjunta que duraría dos décadas y los llevaría a viajar por todo el mundo para estudiar los fenómenos volcánicos.
No había una erupción que se les escapase. Zaire, Hawai, Indonesia, Estados Unidos, Japón… Maurice filmaba en 16 mm y Katia hacía fotos a pie de los cráteres. Nunca se habían visto unas imágenes similares. A partir de más de doscientas horas de material de archivo inédito y de sus notas y escritos personales asistimos al fascinante universo de estos dos vulcanólogos inclasificables.
Absolutamente entregados a la causa de sus estudios, tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz, en Armero, Colombia, que en la madrugada del 13 de noviembre de 1985 acabó con la vida de 29.000 personas, la pareja -como Fire of Love refleja- renovó su amor por la humanidad, con la que, como comentaban en sus entrevistas, se habían sentido decepcionados por lo que habían centrado su atención en el estudio de la naturaleza, y empezaron a usar su trabajo de manera muy dirigida a servir de guías para alertar sobre amenazas volcánicas y evitar futuras tragedias.
Se sabe que el destino marca sus rutas y a finales de mayo de 1991 la pareja se encontraba en Martinica y había decidido regresar a París para tomarse unos días de descanso. Pero una llamada les alertó de una posible erupción en Japón y decidieron cambiar planes. Allí, el 3 de junio de 1991, mientras filmaban las explosiones del monte Unzen, fueron atrapados por un flujo piroclástico que en cuestión de segundos arrasó todo el valle. Murieron en el acto junto a 41 personas que asistían al despertar de aquel volcán que llevaba trescientos años dormido.
Sobrecoge asistir a la imagen de los instantes previos al final. Sobre todo porque en el video grabado el día antes de su muerte Maurice declara ante la cámara: «Nunca tengo miedo, porque he visto tantas erupciones en veintitrés años que aunque mañana muriera no me importaría».
Narrada a través de la voz de la cineasta Miranda July, Fire of Love y su excepcional material de archivo saca a la luz la épica historia de estos dos exploradores que entregaron su vida por y para los volcanes y, al hacerlo, no sólo descubre su pasional historia, sino que también nos propone reflexiones y preguntas.
Fire of love
Dirección: Sara Dosa
Guion: Sara Dosa, Erin Casper, Jocelyne Chaput, Shane Boris
Banda Sonora original: Nicolas Godin
Narración: Miranda July
Montaje: Erin Casper, Jocelyne Chaput
Canada, Estados Unidos / 2022 / 93 minutos
Distribución: Caramel Films