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Y en 2010… cine, mucho cine

Detrás de lupa y cachimba inconfundibles se nos aproxima el ojo sagaz de Sherlock Holmes, el legendario detective de Arthur Conan Doyle, acaso el personaje más adaptado de la historia del cine, que cobra visión diferente con nuevas andanzas en el Londres sombrío de finales del XIX.

Con los primeros días de enero nos visitó Solomon Kane, personaje surgido de la misma pluma (la de Robert E. Howard) que Conan el Bárbaro. Tras renunciar a su pasado asesino, Kane se pone al servicio del bien para sumarse a la nómina de héroes del cómic que intentan conquistar pantalla.

Y Capitalismo: una historia de amor, la última del cada vez menos documentalista Michael Moore (Bowling for Columbine, Farenheit 9/11 y Sicko). Menos documentalista pero más creativo a la hora de lanzar un disparo inteligente y como siempre sesgado, demagógico, sobre el ultracapitalismo que nos devora.

Atención especial para Teniente corrupto (¡qué poco afortunado título!), en la que Werner Herzog en la dirección y Nicholas Cage y Eva Mendes como protagonistas trazan un interesantísimo discurso sobre la amoralidad y los excesos, y La cinta blanca, con la que el alemán Michael Haneke ganó la Palma de Oro en Cannes. Rodada en blanco y negro y apoyándose en imágenes de fuerza inusitada esta cinta escarba en las sutiles raíces del nazismo y pasa en sus dos horas y media de duración, que se hacen cortas para el espectador, de cuento fantástico a brillante relato de terror.

Lo que se avecina

Hasta aquí lo que ya se exhibe. La cosa ha empezado fuerte en este 2010 que aventura variedad e interés. Sirvan estas líneas para esbozar lo que se avecina. Expectativas. Meros apuntes de lo que las pantallas reflejarán.

“Me llamo Salmon, como el pez; de nombre Susie. Tenía 14 años cuando me asesinaron, el 6 de diciembre de 1973. Si veis las fotos de niñas desaparecidas en los periódicos de los años sesenta, la mayoría eran como yo: niñas blancas de pelo castaño desvaído”. Así de inquietante arranca Desde mi cielo, la loa de Alice Sebold al poder curativo del dolor. Peter Jackson (director en 2005 de King Kong y antes de El señor de los anillos) rescata ahora para el cine la historia de esta joven que tras perder la vida a manos de su violador desembarca en un lugar entre el cielo y la tierra desde donde llorará el luto de sus padres y comprobará que, a fin de cuentas, la vida, sin ella, sigue su curso. Controvertida y objeto de un rodaje muy complicado, esta es una de las más esperadas películas del primer trimestre del año.

Homenajes

Como lo es la peculiar adaptación que Tim Burton hace de una Alicia en el País de las Maravillas ambientada en el futuro. Combinando actores de carne y hueso con técnicas de animación y captura de movimiento, esta Alicia huye de una fiesta al saber que va a tener una propuesta de matrimonio. En su huida cae por un agujero que la transportará, al tiempo, hacia el futuro y hacia el olvido. Sugerente, ¿verdad? Podremos comprobarlo en marzo.

También Burton está metido, esta vez como productor, en Número 9, una fantasía animada de muy elevado nivel estético y escasa ambición narrativa que nos instala en un mundo dominado por las máquinas. En ese escenario nueve pequeños seres intentar salvar las escasas posibilidades que a la humanidad le quedan.

Antes, en la última semana de enero, llegará el esperadísimo musical Nine. Homenaje al universo de Fellini en el que Rob Marshall (Chicago) ha reunido a Penélope Cruz, Nicole Kidman, Judi Dench, Kate Hudson, Sofía Loren, Marion Cotillard y Daniel Day-Lewis. Monumental despliegue que acapara ya cinco nominaciones a los Globos de Oro y promete dar mucha guerra en las taquillas y en los Oscar.

Por esa fechas aterrizará también Invictus, que de la mano del incombustible Clint Eastwood nos cuenta como el rugby, con ocasión del mundial de este deporte celebrado en Sudáfrica en 1995, fue la palanca de la que se sirvió Nelson Mandela (interpretado por Morgan Freeman) para luchar contra el racismo y abogar por la democracia.

Veremos también y por partida doble a Leonardo Dicaprio. En febrero, y dirigido por Martin Scorsese, en Shutter Island, en la que encarna a un sheriff que investiga la desaparición de una interna de un psiquiátrico, y en septiembre en Origen, en la que el actor se transforma en un individuo capaz de captar, mediante una complicada tecnología, los sueños de los otros.

Y, como no, George Clooney, que en Los hombres que miraban fijamente a las cabras presta cara a un soldado americano integrado en los llamados “guerreros monje”, comando entrenado en la guerra de Irak para utilizar la mirada y la telepatía como armas mortales. Película interesante basada en hechos reales contados por el periodista Jon Ronson en la que intervienen también Ewan McGregor, Kevin Spacey y Jeff Bridges.

Seriadas

En el ánimo de seguir siendo filón, nos llegarán terceros, cuartos y hasta séptimos envites de populares sagas de oro. Es el caso de Y las reliquias de la muerte, séptima apuesta dividida en dos partes con la que parece que concluirán en noviembre las andanzas cinematográficas de Harry Potter.

En esa línea, caerán también, para finales de junio, la tercera entrega de la saga vampírica Crepúsculo y Milleniun 3, que con La reina en el palacio de las corrientes de aire cerrará la trilogía del escritor sueco Stieg Larsson.

Y en julio, Shrek se mostrará por cuarta vez en pantalla en una complicada aventura de la que ha trascendido poco más que el título: Forever after. Pesadilla en Elm Street continua a pesar de la muerte del asesino Fredy Krueger que ahora, séptima de la serie, hace de las suyas a través de los sueños. Y el director Oliver Stone se lanza en Wall Street 2, en la que repite Michael Douglas que en 1987 recibiera el Oscar por su papel en la primera. En esta ocasión, el subtitulo de la cinta lo dice todo: “El dinero nunca duerme”.

Apocalípticas

Y para acabar este rápido y prospectivo repaso, tres apocalípticas: El libro de Eli, que sitúa a Denzel Washington en un mundo devastado y al frente de la complicada misión que supone proteger el libro que contiene las claves para salvar a la humanidad. Una humanidad de la que Dios se ha cansado y, perdida la fe, decide exterminar a manos del ejército de ángeles invencibles que muestra Legión, una de esas películas destinadas a buscar taquilla como sea.

Mucho más seria y prometedora se anuncia La carretera, protagonizada por un Viggo Mortensen que declara haber hecho el papel de su vida en esta versión del angustioso premio Pulitzer 2007 en el que el enigmático escritor Cormac McCarthy plantea la epopeya de un padre por salvar a su hijo. Viaje sin fin a través de esa carretera sin destino plantada en un paisaje baldío que parece haber sido víctima reciente de un holocausto nuclear.

Hay más. Habrá mucho más en este año en el que el cine sin duda reservará inesperadas sorpresas y defraudará algunas expectativas. Así será, pero, en cualquier caso y desde la mágica oscuridad de las salas, alentará ilusiones, sentimientos y sensaciones.

Para disfrutarlo seguiremos atentos, muy atentos, a las pantallas.