La nostalgia es una constante en la música popular. Los artistas reviven las canciones que dejaron impronta en su infancia y juventud y lo filtran a través de los sonidos de la época. Los géneros y subgéneros se van acumulando a lo largo del tiempo y por tanto nuestros recuerdos son, musicalmente, cada vez más dispares y variopintos.

El chillwave es un microgénero que tuvo su auge finales de la década de los 2000s y primeros de los 2010s. Responde al espíritu de una generación que se crió por un lado con el pop de sintetizadores de los 80, pero también crecieron con el rock universitario lo-fi y DIY. De esa mezcla de sensibilidades surgen músicos como Neón Indian y esta «Polish Girl» perteneciente a su disco «Era extraña» (2011), una canción de pop indie cubierta de capas y capas de sintes.

Define la década porque el chillwave es un (micro)género propio de esta década, impulsado por blogs de música de internet y melómanos digitales. Un nuevo concepto indie del que Neón Indian es uno de sus mejores artífices, con melodías cándidas y producciones elaboradas. «Polish Girl» es además nostalgia al cuadrado, contenido y continente, un amor perdido y una música que, sin ser del pasado, nos retrotrae a tiempos pretéritos.