Adele – «Rolling in the Deep»
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Adele – «Rolling in the Deep»

Comienza con una guitarra acústica rasgada y de fondo, muy bajito, se puede escuchar cómo se da el compás para que entre la voz. La voz. Luego entra un bombo sucio que marca un ritmo marcial, seguido de piano, coros, palmadas… Todo es muy analógico, suena añejo, hasta podría decirse anacrónico; sin embargo con «Rolling in the Deep» comenzaba «21» (2011), el disco más vendido de este siglo.

La fórmula Amy Winehouse había funcionado muy bien, una británica volviendo al soul americano de los 60. Adele en «Rolling in the Deep» fue un paso más allá (más atrás) y reformula el gospel y el blues. El productor Paul Epworth, que había trabajado con figuras del indie como Bloc Party o The Rapture convenció a Adele para que, después de la traumática ruptura con su novio, no compusiera una balada sino algo más agresivo. Juntos escribieron esta fulminante bomba emocional que se convirtió en un éxito de masas.

Define la década porque los números y los premios hablan por sí sólos. «Rolling in the Deep» ha sido un triunfo transversal que no ha necesitado de florituras modernas para conquistar el mundo. Quién las necesita cuando tienes la voz de Adele, que no sólo ganaría cualquier Got Talent, si no que su sublime capacidad la pone a disposición de su alma. Hay miles que cantan extraordinariamente, pero pocas de estas que lo hagan desde tan adentro. 

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