El rap ha tenido una imagen muy masculinizada, en la que se ensalzaba una virilidad estereotipada; chicas, coches, armas; la competición por ser el más macho del barrio ha sido una constante de la que algunos raperos han intentado desvincularse, pero que sigue aferrada al imaginario colectivo. 

Le1f es un neoyorquino que a la hora de subirse a rapear a un escenario nunca pensó que su homosexualidad fuese algo llamativo; era la música que escuchaba de joven y el hecho de no saber cantar le impulsó a animarse con el rap. Sin embargo, su condición sexual acabó siendo absolutamente relevante puesto que los raperos gays brillaban por su ausencia. Le1f estaba añadiendo nuevas perspectivas al hip-hop que no habían sido tratadas como la de ser afroamericano y gay en Estados Unidos. «Wut» (2012) es rap con pluma, como bien se puede observar en el videoclip, pero además es rap electrónico, potente, divertido y juguetón.

Define la década porque, a pesar de que el hip-hop llevaba con nosotros más de 3 décadas, fue a principios de los 2010s cuando el rap empezó a salir del armario. Lo que algunos llamaron el «Queer Rap» era un ejemplo de cómo, tanto los estereotipos de los raperos, como los estereotipos de los gays, se estaban borrando, y «Wut» es buena prueba de ello.