Guillaume Brière y Benjamin Lebeau estaban interesados en los 90s en la música electrónica, pero a mediados de los 2000s crearon un grupo de rock llamado The Film que iba en perfecta sintonía con lo que el público moderno demandaba, bandas tipo The Hives, Artic Monkeys… Consiguieron que su música sonara en algún anuncio y en algún videojuego, pero poco después cambiaron su imagen de marca y crearon The Shoes, un proyecto que volvía a sus gustos electrónicos primarios.

En marzo del 2012 se publicó el videoclip de “Time to Dance” protagonizado por Jake Gyllenhaal, una especie de cortometraje sobre las andanzas de un psicópata moderno, excelentemente realizado, que supuso un éxito mundial. La mini película era tan buena que casi eclipsa la canción, pero el bombazo electro-rock de The Shoes se basta y se sobra por sí mismo. El riff del piano, la potencia del bajo, la excelente sección rítmica, el coro de niños, la producción excelsa.. Es un artefacto explosivo, como una bebida energética adulterada.

Define la década porque es una continuación lógica del revival rock de los 2000s que ellos mismos protagonizaron en Francia, una evolución posmoderna hacia la abolición de los géneros, en el que cabe el pop, el post-punk, la electrónica… No es de extrañar que el programa Hoy empieza todo de Radio 3 utilizase la canción como sintonía para comenzar el programa a las 7 de la mañana, porque es un chute de energía absoluto, una composición química de consumo legal y uso muy recreativo.