Cuando se acuñó el término «músicas del mundo» servía para referirse a todas aquellas músicas tradicionales alejadas a la norma etnocentrista anglosajona. En muchas ocasiones, los «nuevos» sonidos provenían de las antiguas colonias de Europa, que lo tenían más fácil para tener contacto con el mercado occidental. La globalización e internet ayudaron a difuminar las barreras culturales, pero las sociales todavía son grandes.

Nacida en Londres y crecida en Sri Lanka, en medio de una guerra civil, Mathangi “Maya” Arulpragasam, más conocida como M.I.A. es una artista multidisciplinar y activista. Su música también es política, no sólo en el contenido si no en la forma. En «Bad Girls» hay empoderamiento femenino y sexual, un rap sobre ritmos de dancehall caribeño, aroma bollywoodiense y arreglos de Medio Oriente. El espectacular vídeoclip de Romain Gavras expande la reivindicación a las mujeres de Arabia Saudí a las que no se les permite conducir.

Define la década porque «Bad Girls» es representante de la nueva world music, música no al margen si no integrada en las nuevas tendencias y con una vocación de englobar y sumar fuerzas. Es una macedonia de culturas en la que la propia M.I.A. ha crecido, ella no busca lo exótico sino ser políglota, si no le valía ya con ser polivalente y polifacética.

a foto, el sabor analógico.